jueves, mayo 04, 2006

Imagine

Hace un tiempo razones de convivencia laboral me obligaban a oír un programa de radio que detestaba, ya que sus conductores son el prototipo del porteño soberbio y fanfarrón. Estructurado y rutinario, incluía (creo que incluye aún, esas audiciones suelen perdurar) un reportaje con preguntas fijas a personas más o menos famosas, las más de las veces menos, que comenzaba con anodinas pelotudeces para terminar peor. Sobre el final derivaban, con acento de qué piolas que somos, hacia el tema de la masturbación e interrogaban: "En esos casos, ¿recurrís a la fantasía o al recuerdo?" Siempre me pareció una pregunta muy estúpida porque considero al recuerdo sólo una de las tantas formas de la fantasía: lo que nosotros imaginamos que nos ha sucedido.

Ayer contaba una vieja anécdota que yo creía muy vívida pero resultó ser la combinación de dos hechos sin relación entre sí; sólo caí en la cuenta ante el comentario de una persona que conocía uno de ellos e ignoraba el otro. Uno era de mi temprana infancia y otro de mi juventud, cambiaban el ámbito y las circunstancias y tan sólo los unía un mismo tipo de protagonista, en este caso un perro confundido. No es la primera vez que me pasa algo así y eso me confirma que todos mis recuerdos son una construcción mental sin mayor sustento. Si nuestra percepción es por fuerza subjetiva y parcial (basta consultar a distintos testigos de un mismo hecho) ¿qué podemos decir del vestigio, desgastado por el tiempo, que tenemos de lo alguna vez percibido? Sería superfluo suscribir "La imaginación al poder" en estas ocasiones en que siento que lo único que realmente existe es mi propia imaginación.

Imagino que acabo de escribir unas líneas sin interés y tal vez alguien imagina que entendió de qué trataban...

4 comentarios:

Cinzcéu dijo...

Imagino que entendí... La memoria no es selectiva (como se suele decir) sino creativa, inventiva, imaginativa y productiva de una historia ad hoc. Lo contrario sería presumir una verdad objetiva y memorable pero no, hay pura construcción a posteriori de un mundo que, quizás, podría ser peor si lo imagináramos peor. Un abrazo.

Vitore dijo...

Como dice un amigo mio cuando quiere recordar algo o está más o menos seguro de recordarlo: "Si la memoria no me engaña con otro..."

¿Cuántas veces seremos cornudos de nuestra propia memoria y nos enteraremos los últimos como buenos cornudos?.

Abrazos.

Grismar dijo...

Lo que yo entiendo es que si nos vamos construyendo a nosotros mismos a partir de nuestra percepción de cada vivencia, y ese que construimos es quien a su vez construye esos recuerdos de aquello que nos construyó y le da base a la percepción de cada nueva vivencia que nos sigue construyendo y determinando qué es lo que recordaremos, la realidad termina siendo algo que construimos mientras nos construye, o sea, somos pura imaginación.

Anónimo dijo...

Hay, a mi parecer, recuerdos objetivos. Por ejemplo cada vez que llega el impuesto municipal. Hay otros que son objetivos por opción, como la noche en que me cagaron a palos entre cinco. Yo opto por recordar como salí vivo de una situación de extrema violencia...