domingo, diciembre 14, 2008

Monólogo sin interés (o "En fin")

Me entero que el tipo al que me refiero en primer lugar en este post ganó el premio al Fisgón del Año. ¡Mirá vos! En fin.

En lo cotidiano y referido a mis vacaciones (que nadie me confirmó ni aparentemente confirmará si yo no insisto, porque nunca se ha vuelto a hablar sobre el tema) la semana pasada se fue P, y al despedirlo le dije "volvés cuando se va G" a lo que me contestó que no, que se toma una semana más. A ver: no sólo se va cuatro semanas seguidas (y no tiene los diez años de antigüedad que marca la ley para eso, pero como está fuera del Convenio Colectivo la empresa puede darle licencias más allá de las legales) sino que va a coincidir una semana entera con G, quebrando una de las pocas reglas impuestas de antemano. Ante mi pregunta sobre qué iba a pasar si había alguna crisis relacionada con el trabajo de uno o de otro durante esa semana, ya que nadie me había avisado ni preparado para afrontarla, su respuesta fue brutalmente sincera: "A nadie le importa qué pase en lo laboral, a vos te están cagando porque no les caés simpático, porque siempre vas con los tapones de punta". Ir con los tapones de punta, para esta gente (para toda la gente, según también mi experiencia en este medio) es ser derecho, directo y frontal, con total prescindencia de la buena o mala intención de cada uno. Ir con los tapones de punta es pretender tener una vida propia y privada más allá del ámbito laboral y negarse a asistir a reuniones sociales propuestas por sus jefes (hace poco respondí a un mail que invitaba a un "día de quinta" preguntando si un día de quinta era todavía peor que un día de cuarta, como los que suelen hacerme tener). Ir con los tapones de punta es, sospecho, tener principios y sostenerlos más allá de las conveniencias del momento. En fin.

Esa metáfora futbolística de los tapones me lleva a algo muy distinto: esta tarde veía (sin prestarle demasiada atención) el partido entre Huracán y Vélez y en este último equipo ingresó un pibe cuyo apellido se escribe Cigno y los locutores coincidían en llamar "siño". Para mí hay sólo dos maneras de pronunciar ese apellido: o bien el castellanizado "signo" o bien el teóricamente original "chiño"... ¿qué mezcla extraña de idiomas podría llevar a leerlo, con total naturalidad, como "siño"? Esto no es nada nuevo; baste como ejemplo el nombre de un importante club que por estos lares ya está establecido hace décadas: el "Bayern Munich"; o bien lo decimos en su alemán original (Bayern München) o bien lo traducimos al castellano (Baviera Munich). En fin.

Siguiendo con el fútbol: durante toda esta semana los que se dicen periodistas deportivos no pararon de hablar sobre un posible cuadrangular final. Ninguno de ellos apuntó que la posibilidad de que eso ocurra es de 1/81, la misma que tiene Lanús (tal vez el equipo que haya mostrado, sobre el final, los momentos de mejor juego en el campeonato) para salir campeón mañana. Cada partido tiene tres resultados posibles, por lo tanto la combinación de cuatro de ellos es tres a la cuarta: ochenta y una posibilidades. Cualquiera pensaría que la mención del poco posible cuadrangular se debe a una intencionada cuestión publicitaria, dado lo atractiva que sería esa definición, pero muchas cosas me hacen pensar que simplemente se debe a que es mucho más fácil hablar al pedo que hacer los cálculos más mínimos. El mes pasado enganché haciendo zapping a unos "periodistas deportivos" que no daban pie con bola a la hora de establecer las posibilidades de clasificación en un grupo del Masters de Shanghai: una competencia entre cuatro en un deporte que no admite el empate y por lo tanto la victoria representa una unidad y la derrota su ausencia. En fin.

Y hablando de fútbol, o más bien de cosas que poco tienen que ver con el fútbol pero pretenden tener que ver (como el periodismo deportivo), mañana termina El Gran DT. Yo, por supuesto, volví a tropezar con esa piedra, pero me impuse mis propias condiciones: mi equipo, desde el principio y a través de los cambios que me vi obligado a hacer, fue un equipo que podía salir a la cancha a jugar al fútbol; con eso me refiero a no tener en el fondo a cuatro marcadores de punta izquierda o en el medio a cuatro enganches que no marcan ni quitan. Mi equipo siempre fue un equipo pensado para jugar al fútbol. Para eso también tuve que lidiar con las incongruencias de los organizadores que consideran al Papu Gómez volante y al Toto Salvio delantero (en este último caso, como el pibe no figuraba en las listas originales, imagino este diálogo: "¿A éste de qué lo pongo?" "Y... metió un par de goles: ponelo de delantero." "Y daaale.") Menos alevoso pero igualmente discutible es el tema del Rivarola defensor y del Papa volante (no, Rastzinger no, el otro). Así y todo, estoy bastante orgulloso del equipo que armé, por ejemplo porque Maradona convocó a varios de ellos y yo los elegí antes que él:
Daniel Islas; Marcos Angeleri, Matías Caruzzo [*], Víctor López y Emiliano Papa; Eduardo Salvio, Néstor Ortigoza y Germán Rivarola; Nicolás Bertolo; Alejandro Gómez y José Sand.
[*] Capitán a partir de la lesión de Blengio (y sí, claro que tengo un capitán, ¿cómo voy a salir a la cancha sin capitán?)
Desafío a cualquier equipo pensado para ganar esa cosa poco futbolística llamada El Gran DT a plantarse delante de mis once... jugamos por el precio de la cancha y el asado. Claro que para eso tendría que hablar con mis jugadores y pedirles que posterguen un día sus vacaciones, porque a diferencia de mi caso ellos, ganen más o menos dinero que yo (seguramente más, aunque eso no importa), al menos sí saben cuándo van a tener las vacaciones. En fin.

domingo, noviembre 30, 2008

Hoy no es (sólo) hoy

Se acaba noviembre y, como me prometí a mí mismo, debería publicar algún post. Esta vez agradezco a Cinzcéu que me acicateó, tal como en septiembre lo había hecho Pat-.

Hace un mes y medio se cumplieron tres años desde que abriera este blog y subiera su primera entrada. Durante ese lapso pasaron muchas cosas, tanto en mi vida personal como en mi experiencia en la blogósfera bajo el seudónimo de 1+. Primero dimitió el Mono Sapiens, tal vez el autor más original que me haya sido dado encontrar en este medio, y luego también se discontinuaron otros blogs que me era grato leer. Desde entonces he hecho otros hallazgos, como la sabrosa prosa de Fedefer, pero tengo una impresión nefasta: desde el principio, por supuesto, hubo blogs muy pelotudos, pero en este momento la oferta de lectura crece en proyección geométrica y no mantiene, de ningún modo, el porcentaje de opciones relativamente valiosas; o dicho de otro modo: esto se está convirtiendo en un pajar cada vez más enorme en el que la cantidad de agujas escondidas no aumenta al mismo ritmo.

Por otro lado, hace bastante tiempo decía que "suele considerase que la principal característica de un blog es su actualización periódica, y entonces uno que ya no se actualiza se convertiría en un 'blog muerto' y se impondría su eliminación [de la lista de enlaces]; pero a la vez otro atributo importante de los blogs, a diferencia de otros formatos en internet, es su archivo permanente." Si bien eso es cierto desde el punto de vista formal, es indudable que pocos lo entienden así desde la práctica: tal parece que sólo se lee lo último publicado o, a lo sumo, lo que aparece en la página inicial (si hace falta un ejemplo, alguien con actitud tan poco posmo como Fede –tómelo como un cumplido, mi estimado- recién leyó Historia cuando lo enlacé en Billetes, a pesar de haber estado a disposición en esa 1ª resenã que ocupa un lugar muy destacado en la barra lateral y supongo que nadie visita al descubrir este sitio).

En ese sentido no puedo dejar de mencionar la "bloglist" que Blogger puso a disposición de los usuarios hace un tiempo y cada vez mayor cantidad de ellos adoptan. Más allá de su utilidad como herramienta es innegable que fomenta la cultura del presente continuo, del blogger sin pasado: tu blog es tu post de hoy, y punto. Por supuesto, los directivos de Google no son ningunos idiotas y lo que hicieron fue incluir algo que ya muchos usaban por fuera de la compañía: hace un tiempo leía una entrada de Baterflai (blogger seguramente exitosa según parámetros que no comparto) donde se quejaba de los que ponen el feed RSS -¿lo qué?- en "corto" porque le impedía leer las actualizaciones completas vía Bloglines sin entrar blog por blog. ¿Acaso en un blog no importa el entorno gráfico elegido detalle a detalle por su autor, acaso éste no condiciona de algún modo la apreciación de un determinado texto? ¿Un blog es tan sólo una casilla de e-mail abierta al público? Para mí un blog es más bien una puesta en escena global, con detalles subliminales que hacen al caso y sería irrespetuoso soslayar y, sobre todo, con un archivo permanente que hace responsable al editor de lo dicho ayer y antes de ayer, obligándolo a una línea editorial coherente o a dar cuenta a sus lectores de algún cambio de opinión, argumentando. Más que una casilla de e-mail un blog sería un disco rígido –abierto al público, claro- donde "publicar" sería sinónimo de "guardar".

Yo soy un bicho raro y sigo considerando que este blog no es sólo este post: El Guinõ son también esas seis entradas elegidas y enlazadas en el Post Nº 100, ahí a la derecha, debajo del retrato que me hizo mi hija y del tema de Creadence (que puse poco antes de la muerte de mi viejo y ahora me cuesta cambiar porque me recuerda a él, ya que tenía ese single entre sus discos -principalmente de jazz- y yo lo gasté a conciencia de niño, antes de adentrarme en universos musicales más intrincados) y también Espejito espejito, Viejos sonetos de humor y Hay motivos personales; también Rutina o La búsqueda de la magia; también los textos breves de La moneda, Es un sentimientooo, Encuentro, Versión libre, Simultáneamente... y también, claro, la confesión de Los tres locos.

No sé, sinceramente, si habrá post en diciembre, ni en enero o febrero. No tengo demasiadas ganas de publicar, me siento abúlico y muy cansado. Mientras tanto, en el párrafo anterior les dejo una buena cantidad de literatura a un sólo click de distancia, ya que la cultura imperante impone que dos o tres sean demasiados.

Hasta luego.
Hasta la vista (baby).
Hasta (la victoria) siempre.

miércoles, octubre 29, 2008

Cómo boludear a un gil

No se amilane, amigo: ¡Usted también puede boludear a un gil! Sólo necesita seguir el ejemplo de los más eximios boludeadores de giles, que El guinõ pondrá a su disposición de aquí en más.

Paso 1:
A fines de septiembre una jefa intermedia (en adelante R) entre el gil y la gerente de Administración & Finanzas (en adelante B) envía un mail a todo el sector, quince personas, no más, avisando que hay que acordar los períodos de vacaciones y estableciendo para eso dos reglas simplísimas: 1) nadie puede tomarse más de dos semanas en enero o febrero y 2) hay empleados que no pueden tomarlas al mismo tiempo; con respecto a esto último adjunta una lista con una serie de grupos. El gil descubre que sólo se encuentra en uno de los grupos, que además incluye a dos compañeros (en adelante P y G). Lo primero que hace el gil, que ha sido educado en la escuela del Perfecto Caballero, fuente inagotable de giles a los que boludear, en convocar a P y a G y decirles: "Chicos, ustedes dos están en pareja y sus parejas también trabajan en relación de dependencia, con lo cual tendrían que hacer coincidir sus vacaciones con las de ellas; yo este verano soy solo, así que me parece lo más justo que primero elijan ustedes y yo me acomodo a eso sin problema". P pide la primera quincena de diciembre y G pide (como siempre desde hace años) la última semana de ese mes y la primera quincena de enero. El gil les dice: "Qué bien, yo puedo tomarme esa semana entre ustedes dos y gambetear lo que la empresa llama 'fiesta' de fin de año, que sólo puede llamar 'fiesta' quien jamás ha estado en una auténtica fiesta, y es lo peor por lo que la empresa me hace pasar durante todo el año porque los mismos que me boludearon como el gil que soy pretenden que brinde con ellos y encima les sonría".

Paso 2:
Un rato después, P, que todavía no tiene intenciones de boludear (de hecho, es él el que mucho tiempo después –tarde ya- le informa que la empresa, este año, hará la nefasta 'fiesta' el viernes de la semana anterior, con lo cual las previsiones del gil resultan estériles) y antes de presentar las propuestas, encara al gil y le pregunta si no puede resignar esa semana para que él en lugar de dos se tome tres semanas seguidas en diciembre. El gil, por supuesto, responde que sí, que no hay problema, que después de todo tiene desde el 15 de enero en adelante para hacer lo que se le cante. Así que a la hora de responder el mail el gil pide la segunda quincena de febrero y la primera de marzo, lo cual cumple puntualmente con las dos consignas propuestas de antemano (este gil en particular tiene 28 días de vacaciones porque lo viene boludeando la misma gente desde hace más de diez años).

Paso 3:
Antes de realizar este paso es importante dejar pasar mucho tiempo: el efecto del boludeo sobre el gil es directamente proporcional a la tranquilidad que éste sienta al momento de meterle el dedo. Unos veinte días después, digamos, R llama a su oficina al gil y tiene frente a sí una bonita planilla donde los períodos de vacaciones pedidos por los diferentes empleados del sector están marcados en color de forma muy monona... Entonces le plantea que, para no cagar a alguien (en adelante O), otro alguien (en adelante F) eligió tomar sus tres semanas por separado, y que eso es inaceptable para B (recordemos: la gerente, si quieren también The Godmother) porque considera que una semana no es suficiente para 'desenchufarse'. Lo primero que argumenta el gil, que como todo gil no soporta las contradicciones, es que F se anotó esas semanas él solito. "No importa" responde R, "B no se las va a aceptar así" (porque Godmother es la única que decide qué es lo mejor para cada miembro de la Familia). "Además" insiste el gil, "nunca se dijo que yo no debiera coincidir con F ni con O, ¿me estás diciendo que ahora, cuando otros compañeros ya confirmaron sus vacaciones limitando bastante mi opciones, cambian las reglas del juego para mí?" "Y..." dice R, "digamos que sí". El gil, que tiene mucha paciencia y además aprecia a F (es hincha de FC Urquiza, miren si será un tipo humilde) dice "OK, sacame esa semana y pasala para abril, inmediatamente después de semana santa, ¿te parece?" "A mí no me parece ni deja de parecerme: tengo que consultarlo con B".

Paso 4:
Se dejan pasar algunos días: es parte integrante del boludeo exigir propuestas inmediatas pero tomarse un tiempo para responderlas. Después R vuelve a llamar al gil y le plantea: "Vos acá te estarías tomando tres semanas y B pregunta quién haría entonces el coso [cierto informe que se prepara y distribuye quincenalmente]". El gil se muestra sinceramente sorprendido: "¿A mí me pregunta quién va a hacerlo? Qué sé yo, alguna vez lo hizo G... P también puede hacerlo... o cualquier otro, tengo varios meses para enseñárselo a quien sea: que elija ella". R le explica entonces: "B preferiría que te tomaras sólo dos semanas corridas, así podés hacer un coso antes de irte y otro coso ni bien volvés." El gil, que casualmente ese día se levantó muy generoso, propone: "A ver, vamos a negociar [¿A negociar? ¡Qué gil es este gil!]: si ella quiere eso, yo en primer lugar había elegido una semana de diciembre que le cedí a P. Resulta que esa semana tiene un feriado (Navidad), un día no laborable (que con esta propuesta estoy resignando, porque el feriado durante vacaciones se compensa y estos días no) y otro en el que nadie hace un carajo (el de la 'fiesta') [el gil todavía no sabe que no va a hacerse esa semana, y luego cuando se entere va estar tan inmerso en el boludeo que se va a sentir tentado de sospechar que ese cambio es un elemento más del mismo], así que sólo coincidiríamos P y yo durante dos días. No creo que la empresa vaya a la quiebra porque ambos faltemos dos días... ¿Te parece?" "A mí no me parece ni deja de parecerme: tengo que consultarlo con B".

Paso 5:
Dejar pasar otro día. Recién al siguiente y ya sobre la hora de salida R llama por teléfono al gil y le informa: "Acabo de ver las vacaciones con B. Dice que de ningún modo podés coincidir con P ni siquiera dos [2 (II)] días, así que tenés que elegir otra semana... Eso sí, no hace falta que me contestes ahora, puede ser mañana". El gil queda lleno de gratitud ante semejante gesto de indulgencia de Godmother. A la mañana siguiente, luego de una breve consulta a P, le envía un mail a R (porque ya no quiere verle la cara, que por cierto no es nada bonita) que dice escuetamente: "Mirá, la única razón para pedirme el último cambio era el coso. Yo ya arreglé con P y él sabe prepararlo y dice que no tiene ningún problema en hacerlo mientras yo no esté, así que volvemos a la propuesta anterior". R, por supuesto, se ofende. Tanto se ofende que un rato después el gil es llamado no ya a la oficina de R sino a la de la mismísima B. Ésta lo recibe con Tom Hagen (perdón: con R) sentada en un lateral de su gran escritorio y la colorida y manoseada planilla sobre él. Le dice: "No puedo dejar que vos te tomes más de dos semanas seguidas". El gil siente aumentar la presión en sus arterias pero logra mantenerse calmo y cuestionar: "Me estás pidiendo que cambie esa semana para que P pueda tomarse tres corridas, G hace años que se toma tres corridas, ¿cuál es la diferencia conmigo?" La respuesta es el punto culminante del boludeo: "Ellos hacen otro tipo de tareas y es más fácil remplazarlos; ¿no te das cuenta, gil, que para remplazarte a vos yo tengo que poner a una persona que esté todo el día en tu escritorio haciendo nada más que lo tuyo y sin tiempo para otras cosas?" "¡Entonces, si me estás diciendo que mi puesto de trabajo es un punto crítico del sector y por lo tanto más importante que otros, deberías reconocer mi desempeño durante todo el año de algún modo en lugar de discriminarme para mal!" Ella lo detiene: "Yo nunca dije que tu puesto fuera más importante..." Acá, por fin, al gil le salta la térmica, se levanta abruptamente, grita algo como que hagan lo quieran pero no lo boludeen más y abandona la oficina con un portazo.

Paso 6:
Ese mismo día, viernes, pero a la hora exacta de salida (es la cereza del postre en este boludeo llamar al gil al que acabás de sacar de quicio cuando ya apagó la luz de su oficina y supone que empezó su fin de semana) Godmother lo llama nuevamente y esta vez está sola. Lo trata como una madre compungida y le recrimina su ingratitud hacia la Familia y hacia ella misma. Le dice que no entiende por qué reacciona así "por algo tan poco importante como las vacaciones" [sic] pero, que si es tan mal tipo como para insistir, primero hable con todos los destinatarios del coso para preguntarles si pueden vivir sin eso 21 días (porque de ningún modo lo va a hacer P ni nadie más) y que además hable con F, O y M [sí, todavía no había nombrado a M, pero resulta que para que el gil en cuestión pueda tomarse unas putas vacaciones cada vez hay más gente implicada] y logre que prometan que entre los tres podrán hacer el resto de sus tareas (aunque es "muy injusto" para ellos tener que remplazarlo, dice). El gil, que a esa altura sólo quiere abandonar ese maldito lugar e irse a tomar una cerveza helada, simplemente contesta afirmativamente y lo abandona, sin contarle que un rato antes, enterado del exabrupto del paso 5, M lo encaró y le preguntó: "¿Qué pasa, gil, otra vez vamos a tener que ir a 'declarar' por vos?" "¿Cómo?" "Sí, en los últimos meses ya nos llamaron unas ochenta veces para preguntarnos si de verdad podíamos remplazarte y siempre dijimos que sí... pero no hay caso, siguen y siguen con lo mismo".

ADVERTENCIA: Es de capital importancia elegir bien el perfil del gil al que desee boludear, si no, es probable que en alguno de los pasos intermedios usted corra peligro de graves lesiones. Lo ideal es alguien en relación de dependencia y sobre el que usted esté en situación de poder, y que de preferencia sea conciente de tres desventajas en cuanto al mercado laboral actual: a) tener más de 40 años y ser el principal sostén económico de dos hijos, b) contar sólo con título secundario [aunque constantemente tenga que estar indicándoles a jóvenes profesionales cómo hacer los trabajos más simples] y c) un temita con lo de la 'buena presencia'.

martes, septiembre 30, 2008

Dibujos sin diminutivo

Cuando visité aquellas tumbas de vinilo cerré el informe diciendo que debería hacer lo mismo con el cementerio de cassettes de VHS que ya no tengo donde reproducir... y para colmo ya ni siquiera tengo conmigo porque quedaron en casa de mis hijos, si es que todavía siguen ahí. Como con los discos y los libros, voy a limitarme a elegir entre lo que había sin incluir lo que me habría gustado que hubiera, y como en los otros casos voy a aclarar que mucho de lo que había llegó hasta allí por el más puro azar. Por ejemplo, cierta vez mi hijo salió a dar una vuelta de manzana y volvió con una caja de cartón llena de cassettes originales que algún vecino, habiéndose pasado al DVD, sacó a la calle como basura; entre cosas de menor valor, en la caja encontramos desde The Wings of the Dove a Heat o desde Surviving Picasso a L.A. Confidential: flor de basura...

En el caso del cine se complica la selección porque, más que en otros, sería injusto intentar comparar un drama devastador con una desopilante comedia. ¿Qué criterio utilizar, cómo elegir entre obras que persiguen fines tan disímiles? Decidí cortar por lo sano y dejar eso de lado para discriminar por un determinado método de producción.

Fantasia
Samuel Armstrong, Wilfred Jackson et al. (1940)

El cine de Walt Disney nunca fue santo de mi devoción, pero debo admitir que esta vez el tipo se jugó produciendo algo distinto, novedoso y con un alto nivel de calidad. La película tiene la ventaja de estar conformada por siete cortos totalmente independientes, con lo cual no es necesario verla en su totalidad para apreciar o disfrutarla. Atento a eso, Dance of the Hours es un clásico innegable y la estética de Night on Bald Mountain continúa siendo impactante hoy, 68 (sesenta y ocho) años después.

Daisy Town
René Goscinny (1971)

Goscinny fue, sin duda, uno de los más grandes guionistas de historietas del siglo XX, y que se haya puesto al frente de las primeras adaptaciones de éstas al cine le da a los resultados un valor agregado. Acá tenemos al inefable Lucky acompañado por Jolly Jumper (personaje cuya sensatez sólo es comparable a la de nuestro Mendieta) encarando las situaciones que siempre ha encarado y encarará. ¿Parodia u homenaje al western? Parodia y homenaje, como en la escena del duelo entre Luke y los Dalton con referencias que ningún cinéfilo podría dejar pasar.

Fritz The Cat
Ralph Bakshi (1972)

Primer punto alto de esta lista. Bakshi fue un pionero en eso de hacer del cine de animación algo más que un entretenimiento infantil; sin embargo, para mí, nada de su filmografía posterior superó a esta peli basada en personajes del ácido y corrosivo Robert Crumb. Una excelente postal de los last sixties que nos lleva, de la mano de Fritz, por un camino de sexo, droga y falta de compromiso en la superficie... sólo para quien quiera quedarse en esa superficie. Una joya, nada más.
Ah, sí: antológica la escena de la muerte del cuervo, con las bolas de pool cayendo una a una al ritmo de sus latidos decrecientes.

Heavy Metal
Gerald Potterton (1981)

Un film de culto para los comiqueros de esa época (creo recordar que se mantuvo en trasnoche cierto tiempo en algún cine de Buenos Aires). Como Fantasia, se divide en segmentos totalmente distintos en cuanto a estilo narrativo y estilo gráfico y, también como en Fantasia, es de capital importancia la selección musical. En todas esas facetas y en alguna otra, mi opinión es que el impecable corto So Beautiful, So Dangerous valdría por sí solo todo el largometraje.

Astérix et la surprise de César
Gaëtan Brizzi & Paul Brizzi (1985)

Otra vez Goscinny, claro, pero ésta sólo con sus historias originales aunque a través de su personaje más representativo (el tercer personaje, ausente acá, es el inefable Iznogoud, que quiere ser califa en lugar del califa), especialmente "Asterix legionario" y "Asterix gladiador". La adaptación es más que respetuosa y la producción es muy cuidada, por lo cual, para quienes conocen el personaje, el film es una bonita pieza de colección y, para quienes no lo conocen, una buena forma de remediar esa vergüenza.

Akira
Katsuhiro Ôtomo (1988)

En aquellos años no se hablaba casi de "manga" y llanamente nada de "animé", en ese contexto el señor Ôtomo se descuelga desde Oriente con esta película que ya desde los primeros minutos nos deja con los ojos bien abiertos: tal vez, en el aspecto gráfico, sea lo más detallista que se haya hecho hasta entonces en el cine de animación. Luego la historia se va volviendo más y más intrincada y, sobre el final, quizás cueste entender de qué va, pero tengo dos buenas razones para justificarlo: 1) se intentó condensar en un par de horas una larguísima novela gráfica y 2) está hecha por... ¡japoneses!*
*Espero que nadie me tilde de xenófobo (hay gente pa' todo): me refiero a que los métodos de narración oriental y occidental siempre fueron bien distintos.

The Tune
Bill Plymptom (1992)

Segundo punto alto de la lista. Plymptom es uno de los más geniales humoristas que dio USA en los últimos tiempos (pueden buscar mini cortos de él en la web para conocer su estilo) y este largometraje es sencillamente... placentero. El protagonista, Del, es un compositor de poco éxito que debe llevarle un paquete de canciones al magnate Mr. Mega en menos de una hora para no ser despedido. En su periplo entre la casa y la discográfica se va encontrando con una serie de personajes que le van contando sus cosas mediante todos los estilos de la música popular yanqui: country, blues, rock a lo Elvis, jazz songs, beach rock, baladas melosas... y todas esas canciones son ilustradas por el brillante pincel impresionista de Bill. Imperdible.
Ah: obviamente no faltan esos dos personajes arquetípicos de Plympton que se flagelan el uno al otro de las formas más absurdas y surrealistas.

Batman: Mask Of The Phantasm
Eric Radomski & Bruce Timm (1993)

La película que, entre todas éstas, menos encaja en mis gustos personales, pero merece ser incluida para llenar un nicho que de otro modo quedaría vacío, aunque es discutible si el caballero oscuro es realmente un "superhéroe" o sólo un mal tipo con poder. Este film sin duda se produjo como efecto colateral del éxito de las dos películas de Tim Burton, pero respeta mucho más que aquellas al personaje original: escenarios opresivos en los que el quía se mueve más por rencor y venganza que por ideales conceptos del Bien y del Mal.
Después, claro, vino Nolan y puso las cosas en su justo lugar.

Werner - Das muss kesseln!!!
Udo Beissel & Michael Schaak (1996)

A diferencia del caso anterior, el protagonista de esta película me resulta entrañablemente querible. Un lumpen típico que vive en algún suburbio de alguna ciudad que casualmente es alemana. Vago, borrachín, algo simplón, jodón pero buena gente, es una especie de Homer Simpson soltero, sin hijos (al menos reconocidos) y, por supuesto, sin la insoportable cultura americana. Un tipo que, más allá de las barreras idiomáticas, sería bien recibido con su chanchito mascota (sic) en cualquier reunión de amigos que yo llegara a organizar.

South Park: Bigger Longer & Uncut
Trey Parker (1999)

Tercer y último punto alto de la lista. Para mí South Park fue una de las mejores series, de cualquier género, de los 90; entonces me siento para ver esta película esperando encontrar un capítulo de la serie en formato extendido y aparece... un musical. No cualquier musical, es obvio. Cada escena y cada diálogo tienen algo para rescatar; la táctica militar "get behind the darkies", los muy justificados reclamos de pareja de Satanás a su egoísta amante Saddam Hussein y tantas cosas más que no quiero contar porque prefiero que los lectores que todavía no la hayan visto la disfruten sin prejuicios (la disfrutarán siempre y cuando compartan el particular sentido del humor que define a estos cuatro pendejos y a los adultos que los rodean: hasta donde sé, provoca tanto fanatismo como rechazo).
Ah: muy buena la escena de Kenny descendiendo a los infiernos.

NOTA: Los seis primeros films los pirateé con la técnica de alquilarlos por un día y copiarlos mediante dos grabadoras conectadas entre sí (confieso el delito porque supongo que a esta altura prescribió). Los tres siguientes los grabé de la TV abierta y los edité del mismo modo para quitarles la publicidad (The Tune y Werner fueron emitidos en el excelente ciclo "Caloi en su tinta"). El último fue el único que compré: pasé por un kiosco, lo vi y me abalancé sobre él; no recuerdo cuánto lo pagué (no fue excesivo) pero seguramente hubiera pagado más si me lo requerían... ¡Aguante South Park!

Otra NOTA: Cito lo que dije en el post que linkeo al comienzo: "Por supuesto, todo esto lo escribo a partir de mis recuerdos." Hace al menos cuatro años que no veo ninguna de esas películas y es posible que si las viera hoy mi opinión fuera distinta; básicamente, no estoy hablando sobre ellas sino sobre el personal contenido de mi memoria.

domingo, agosto 31, 2008

Agosto también existe

Creo que nunca estuve tanto tiempo sin actualizar el blog. No puede ser casualidad que ese lapso coincida con el tiempo que transcurrió desde que contraté la TV por cable... Siempre hay cine para ver y, tras cartón, la transmisión de los Juegos Olímpicos, que por las diferencias horarias con la sede eran en un horario que se acomodaba a mis poco sociables costumbres. Pero uno tiene sus manías y está terminando un mes y si no publico algo la lista de allá a la derecha salteará ese mes, y eso me molesta mucho. No me molestaría que apareciera la leyenda "agosto (0)", después de todo el cero tiene su dignidad: uno salió a jugar y no logró meter goles, pero saltar de julio a septiembre sería distinto. Marcaría, para mí, una especie de renuncia, de ir a menos, de entregar los puntos por ausencia. Así que como no tengo nada para decir (o sí, pero me faltan las ganas de escribirlo) rebusqué un poco (no mucho, tampoco tengo ganas de eso) en la bolsa de los viejos sonetos y manoteé alguno.


Popeye el marino soy

Hay maneras de vivir... o navegar
y la mía aunque a veces me arrepiento
consiste en desplegar mi vela al viento
y aceptar la decisión que tome el mar.

Eso a veces me impide el movimiento
y me quedo como anclado en un lugar
(en la práctica es decir que voy a un bar
y me quedo atornillado en el asiento).

Los amigos me reprochan lo que hago
y me dicen que me mueva y no sea vago
empezando alguna vez a usar los remos

pero pienso ¿qué importa la manera?
¡Qué cada uno navegue como quiera!
Lo importante es que todos naveguemos.

24/06/2005

jueves, julio 17, 2008

Nueve lunas


viernes, julio 11, 2008

Apologistas del fisgón

Hoy en día uno mira un noticiero y descubre que la de camarógrafo profesional, ese/a que va donde la producción le indica y registra los sucesos que le pidieron que registre, es una ocupación en franca decadencia. De a poco pero sin pausa van siendo remplazados por las "colaboraciones" de perejiles amateurs que, celular en mano, se la pasan filmando las cosas que ocurren a su alrededor. En los portales de noticias de internet ocurre otro tanto. Este fenómeno es naturalmente alentado por los mismos medios (envíenos, envíenos, envíenos) ya que les abarata enormemente los costos: según entiendo, esa gente no recibe retribución económica alguna y se contenta con el cholulismo de ver su nombre fugazmente en la pantalla. Recuerdo que tras la última gran inundación que sufrió Buenos Aires reprodujeron hasta el hartazgo un video de ese tipo que mostraba una calle del conurbano convertida en un auténtico río de furioso caudal y, debatiéndose en él, un par de personas tomadas de una cuerda que, con la ayuda de un grupito de vecinos solidarios, logró zafar del trance; nunca supimos el nombre de esos tres o cuatro quías que ayudaron a salvarles la vida, pero el del infeliz que en lugar de echarles una mano se puso a filmar circuló por todos los medios durante todo el día.

Tiempo después apareció otro video amateur que también fue exprimido a más no poder: Charly en una de sus peores simas, humillantemente invadido y maniatado en su coto privado de depresiva autodestrucción. Siendo García un personaje público, obviamente estamos hablando de otros móviles y otra clase de fisgón... o tal vez no; pero el hecho es que éste seguramente se llevó unos cuantos billetes por haber estado en el lugar adecuado en el instante adecuado y tener, sobre todo, esa adecuada e imprescindible ausencia de ética. (No voy extenderme sobre el tema porque todo que pudiera decir fue dicho, mejor de lo que podría, por Gabriel Báñez).

El tercer caso que quiero mencionar es más reciente aún. Un pibe de quince años, edad que tiene mi hijo -que es bastante pelotudo- y que tuve yo hace veintiocho años -cuando era al menos tan pelotudo como él: irracionalmente soberbio y metódicamente prepotente... porque me hago cargo, a diferencia de otros adultos que prefieren no recordar-, que molesto con una profesora que lo reprobó la jode irrespetuosamente. Ese videíto sirvió para rellenar larguísimos y carísimos minutos en los medios. El pibe en cuestión (culpable de lo que se le imputa, sin duda) fue expulsado y pagó el pato por tantos otros pibes que hicieron, hacen y harán cosas similares, pero no tienen la mala leche de que un compañerito los filme con el celular y lo haga público.

Hace sesenta años Orwell imaginó un estado totalitario donde la corrección política de los ciudadanos era constantemente monitoreada por omnipresentes micrófonos y pantallas. Se basó, claro, en los regímenes que había visto surgir y evolucionar en los veinte años anteriores a la escritura de "1984" pero el capitalismo liberal que por entonces estaba festejando su triunfo en la horrorosa guerra que acababa de terminar no tardaría en preguntarse: ¿Por qué el Estado habría de hacerse cargo de los altos costos económicos de la tecnología necesaria para el monitoreo? El buen George sabía, sin embargo, que uno de los principales métodos de dominación de los regímenes totalitarios era el estímulo a la delación y al buchoneo; lo que le faltó vislumbrar, como a todos los autores futuristas de aquella época, fue la miniaturización y la nanotecnología, que hoy permiten que cada ciudadano- delator se haga cargo de los costos de adquisición y mantenimiento de su equipamiento de espionaje y, tras cartón, le deje pingües ganancias a quienes se benefician con el uso que le dan.

Vivimos el totalitarismo de los fisgones.

lunes, julio 07, 2008

Perito se rebela

Entre tantos sobres que vienen pasando bajo la mesa Miguens y Llambías a diversos legisladores, hubo una maniobra de diversión muy efectiva que fue pasarle uno al benemérito Perito Moreno, que ahora amenaza con romper en temporada baja mermando drásticamente los ingresos por turismo de la provincia K.

Las últimas noticias informan que Néstor envió a su ex chofer a negociar pero éste sólo logró una tregua de entre 24 y 48 horas. Aunque ni él ni la Presidente hicieron declaraciones al respecto quien sí dio la cara, como siempre, fue mi amigo personal Alberto Fernández que explicó "Es sólo una maniobra de Clarín: en Argentina no existen los glaciares".

Elisa Carrió, por su parte, dijo que "Esta es otra muestra de la imperación corruptante... de la corruptez imperativa... de la imperatal corruptidad... Ufa, che, copien alguna de mis declaraciones de los últimos diez años que ya ni me acuerdo del verso ese."

Según fuentes confiables (un conocido mío que vive ahí) dentro de Nordelta hubo un cacerolazo bajo la consigna "Todos somos glaciares" –ante las desdichas que ocurran fuera de la cerca perimetral-.

Luis D'Elía salió a decir "No vamos a permitir que ese glaciar, al que odio visceralmente, pretenda desestabilizar al gobierno: ahora vamos allá y rompemos todo." Un allegado le hizo notar tímidamente que la amenaza del glaciar consistía en romperse él solito, ante lo cual el dirigente quedó algo petrificado e hizo mutis por el foro.

Por su parte Alfredo de Angeli, que a diferencia del sol de Marilina no sólo siempre está sino que no hay forma de dejar de verlo, defendió al glaciar haciendo notar que él "Avanza de a poquito todo el año, a la intemperie; mientras otros se toman vacaciones él sigue avanzando bajo la lluvia, con frío, con viento..." Hubo que contenerlo porque ya se le caían un par de lagrimones.

Sin duda esta situación será un duro condicionamiento para el inminente debate en el Senado.

martes, julio 01, 2008

Frases célebres

Uno siempre intenta ser coherente, dentro de sus posibilidades, al menos cuando está tratando temas serios. Uno, además, ha leído a Borges y por recomendación de él a Chesterton, gente que ha ahondado en el campo de las paradojas hasta casi agotarlo, y cree que ya nada en ese estilo podrá sorprenderlo.

Uno, a la vez, tiene berretines de escritor y por lo tanto se la pasa, aunque no esté escribiendo nada, buscando esa frase que sea el remate justo para un cuento o ese verso final que redondee un poema todavía inexistente o ese parlamento breve y conciso para el instante previo a la caída de un telón.

Uno, por supuesto, sabe qué es políticamente correcto y qué no lo es: largar una sonora carcajada espontánea, de esas que surgen del centro mismo del pecho, en plena reunión de trabajo y ante la declaración de un jefe no lo es, sin duda... pero, ¿alguien puede culparme por eso?

"Yo tiro una idea porque no tengo idea."

sábado, junio 21, 2008

En la playa

Paseo sin rumbo fijo, sólo por el placer de pisar la arena mojada y sentir el sol sobre la piel. El pueblito balneario es mínimo, sin ninguna pretensión de grandeza o sofisticación, ideal para pasar unos días en paz y reflexionar. Observo, con medida discreción, a la poca gente con la que me cruzo: la parejita enamorada ajena totalmente al resto del mundo, viviendo su amor que -como bien dijo el gran Vinicius de Moraes- es eterno mientras dura; el grupo familiar que intenta hacer de la playa una réplica del patio de su casa, como si tomarse vacaciones fuera tan sólo un cambio de escenario y no mereciera la ruptura de las bobas y narcotizantes rutinas cotidianas; el anciano robusto y curtido que se delata lugareño, por la actitud con que encara a ese "gentío" mezclando impecable cortesía con condescendiente desdén.

En eso estoy cuando veo a un pibe de unos tres años y sin premeditarlo me detengo. Él está sentado ahí, algo alejado del resto aunque probablemente bajo la atenta supervisión de sus padres; con su zurda abraza a un desproporcionado perro inflable y con la mano derecha juguetea con la fina arena de la playa: es un juego meramente táctil porque su conciencia vagabundea por otros lados. Aunque la luz del sol sobre sus ojos fuerce un gesto que podría confundirse con enojo, una mirada más detallista revela que no es así. Es evidente que el pibe no está contento, pero tampoco está triste; podría decirse que su expresión denota un equilibrio entre ambos extremos, como si a tan tierna edad ya supiera que esta vida no será un valle de lágrimas pero, tampoco y sin duda, pura joda. ¿Se puede decir acaso, siendo un niño tan pequeño, que su actitud prefigura la de una futura persona seria?

Esa visión dura apenas un instante, hasta que noto la presencia de un fotógrafo ambulante y hasta sospecho que el feo muñeco es propiedad del buscavidas y todo se resume en una puesta en escena, en la cual la expresión del chico muy bien podría representar un "a qué carajo viene todo esto y qué mierda se supone que esperan de mí". Continúo mi camino mientras pienso que no estuve tan errado en mis apreciaciones porque, después de todo, esa misma pregunta es la que yo me hago todo el tiempo y, además, la que demarca la frontera entre tomarse la vida con estúpida ligereza o encararla con seriedad. Unos pasos más allá se arma en mi mente una frase sintética y rotunda, como si todos los pensamientos anteriores los hubiera garabateado en la arena húmeda con un palito y una ola potente y oportuna los borrara dejando sólo lo esencial: "Ese pibe me cae bien" escucho decir dentro de mi cabeza y, por algún motivo que no me interesa explicar, esa afirmación me hace sentir mucho mejor conmigo mismo.

San Clemente del Tuyú, enero de 1969

jueves, junio 12, 2008

Yo voy a Salita Celeste

"I've got a blue motel room with a blue bedspread,
I've got the blues inside and outside my head"
Joni Mitchell

El sábado, por fin, me mudo a un monoambiente. Antes hubo que hacer algún pequeño arreglo de albañilería y darle una mano de pintura. Con los contratistas hay que andar detrás de ellos si uno quiere que hagan lo que se les pidió y no lo que les parece –como, por ejemplo, también con los peluqueros- y yo, un poco por ocupaciones varias y otro poco por pereza, no lo hice. Le dejé el balde de pintura y un entonador azul, con la indicación de que usara apenas lo necesario para cortar el blanco; claro que "poco", "mucho", "apenas" o "demasiado" son conceptos totalmente subjetivos.

Cortar el blanco según 1+
Cortar el blanco según el pintor

La segunda opción está muy bien para un frente sobre Caminito pero no parece tan adecuada para el interior de una unidad de 25 m2; además, como el techo y las aberturas son blancas, más que un departamento semeja un homenaje a la bandera. En la primera impresión el color me resultó familiar, pero me costó todo un día darme cuenta de dónde lo conocía: ese es exactamente el tono con que se pinta el interior de las piletas de natación. Estoy pensando en hacer una fiesta inaugural y, en lugar de guirnaldas, colgar del techo esas sogas con flotadores que demarcan los carriles.

Me consuela pensar que la cosa podría haber sido peor si le hubiera dejado un entonador naranja o rojo... o marrón (prefiero vivir en el fondo de una piscina y no en el de un pozo ciego). No importa, el hombre –al menos este hombre- se acostumbra a todo: si pude compartir durante más de un año la misma casa con quien ya era mi ex pareja, imaginen que no me va a amilanar una estupidez como el color de esas paredes; así que el próximo post seguramente lo escriba con snorkel y patas de rana.

viernes, mayo 23, 2008

Que parezca un accidente

En la última campaña electoral, durante septiembre y octubre (aunque creo que esa tortura empezó en agosto o aún antes), sufrí la propaganda de un candidato municipal que, sin renegar de avances tecnológicos como los bots telefónicos, se centró en un spam mucho más tradicional: una avioneta que surcaba el cielo y repetía a través de un altoparlante a fuerte volumen "Se viene/ el cambio: / Víctor/ Pirillo". Tanto me taladró el cerebro ese slogan que lo escuchaba hasta en sueños: yo estaba por besar a Angelina Jolie y justo aparecía un pájaro enorme que con expresión macabra y un ojo estrábico nos graznaba "Frente/ para la Victoria:/ Víctor/ Pirillo".

Obviamente, aprovecharon la coincidencia cronológica y el día de la madre el maldito avioncito no paró de ir y venir saludando a todas ellas, haciéndome recordar, no muy gratamente, a la madre del remitente. Me lo tomé con filosofía, pensando que después de las elecciones ya estaría libre de ese flagelo, pero me equivoqué: durante un par de semanas más siguió pasando el infernal aparato agradeciendo los votos recibidos... Yo no te voté, Pirillo, así que dejá de invadir mi intimidad y cerrá el toor.

Todo eso ya pasó, y todo lo que pasa se convierte en recuerdo, o al menos eso creía hasta hoy. Estaba en el patio fumando un cigarrillo y disfrutando de la apacible tarde de otoño cuando tuve un deja vu. Allá a lo lejos, en los límites de mi capacidad auditiva, empezó a crecer una cantinela cuya entonación yo conocía muy bien. A ver: ya tenés el cargo público, ya estás afanando a cuatro manos, y ahora, como diría la Coca, ¿qué pretende usted de mí? "Muchas/ felicidades/ a Colegiales/ campeón/ le desea/ Víctor/ Pirillo".

Mirá, Pirillín, yo me alegro por los hinchas de Cole porque es el club del barrio donde me crié y por ahora sigo viviendo, pero debo confesarte que cada vez que tu avioncito pasó hoy sobre mi cabeza (y fueron muchísimas) tenía ganas de bajarlo de un misilazo. ¡Basta, Víctor Pirillo, porque estás despertando mis más profundos instintos asesinos!

martes, mayo 06, 2008

Billetes

Así como alguna vez me puse a leer los Clasificados sin tener nada que ofertar ni demandar, alguna otra vez me puse a revisar mi billetera sin que me importase el valor monetario de su contenido –estado intelectual bastante peligroso, porque en él podría cambiar $100 por $2 por una simple cuestión estética-. Los antiguos lectores del blog conocen mi interés por la Historia, así que no es extraño que me haya detenido en las figuras que ilustran nuestro papel moneda; la elección de esos personajes no puede ser azarosa toda vez que coincide, con una única excepción (un estanciero bonaerense por un estanciero entrerriano), con la denominación de las seis líneas ferroviarias. En un momento en el que discurso proselitista oficial apunta a elegir "un modelo de país" la permanencia de esos íconos en nuestra vida cotidiana nos recuerda que dicho modelo ya fue impuesto hace un par de siglos y llevaría al menos otro tanto modificarlo.


Manuel Belgrano. De lo mejorcito del sexteto, sin duda. Un intelectual de su época con una bastante responsable actividad política y pionero del periodismo por estos lares (que dado el abrumador nivel de analfabetismo sólo servía para una pequeña élite, pero siempre es mejor poco que nada). Durante la guerra de independencia y contra su vocación, aceptó ponerse al frente de los ejércitos provocando el desprecio y la mofa de los hombres de armas, a los que les costaba tolerar recibir órdenes de un señorito de letras. De lo más representativo del pensamiento revolucionario detrás de Moreno y Castelli, que de tan jacobinos fueron prácticamente excluidos de los libros de texto; Belgrano permaneció en ellos, pero en su faceta tal vez más estúpida: la de diseñador textil.


José de San Martín. Más allá del debate sobre sus intenciones políticas y a qué intereses respondía, es indudable que el tipo se ganó un lugar en la lista a través de su descollante actuación castrense. Alguna vez leí (ya no recuerdo dónde) que el ascenso de su figura a la del gran prócer nacional, eclipsando a todas las demás, se dio durante las dictaduras militares del siglo XX. De hecho, en versiones anteriores del papel moneda, su efigie ilustraba los billetes de todos los valores. Algo de cierto debe haber en eso, porque resulta inquietante que el mayor escalón del podio esté ocupado por alguien cuya principal característica, según los textos básicos (los mismos en los que toda la obra de Belgrano queda tapada por la bandera), fue ser un soldado eficiente sin ambiciones de poder en el terreno civil... Da qué pensar.


Juan Manuel de Rosas. En la época en que yo cursaba la escuela primaria (que no era la de Rosas pero igual fue hace mucho, en los 70) en los libros, después de la "anarquía", había un párrafo que decía algo así como "luego hubo un par de décadas de tiranía" para saltar directamente a la batalla de Caseros. El gobierno de Rosas tiene muchos detractores pero nadie puede negar algo: su brillantez como político; sólo así se entiende que haya sido capaz de mantener durante tanto tiempo un statu quo entre provincias semiautónomas basado en acuerdos bilaterales, presiones y juegos de poder. Un rasgo distintivo de su tiranía fue la Mazorca, fuerza de choque paramilitar, gran patota oficialista (¿les suena?) o guardia al estilo de las SA (no, sociedad anónima no... che, ¿hay que explicar todo?); fue distintivo por contraste porque los gobiernos posteriores, tal vez más interesados en la buena prensa, optaron por utilizar a las fuerzas de seguridad regulares para ejercer el terrorismo de estado y asesinar opositores, que eran presentados jurídicamente como delincuentes comunes que se oponían a la autoridad. Voy a aventurar una comparación entre estilos (no sé si es válida, pero el blog es mío): en su defensa de los mismos intereses, si Rosas fuera los K los unitarios serían menemistas.


Bartolomé Mitre. Acá empezamos con un trío fatídico. La personalidad de Mitre suele ser presentada en tres facetas. Como estadista, llegó al poder a través de una de las mayores farsas de nuestra historia: Pavón [*]; entregó la economía nacional irrestrictamente al manejo de los intereses del capital extranjero, principalmente inglés, y en beneficio de esos mismos intereses declaró una guerra injusta y vergonzosamente desigual, que masacró literalmente al pueblo paraguayo. No sólo la declaró, sino que delegó el poder ejecutivo para ponerse al frente de las tropas tripartitas como comandante en jefe, y esto lleva a la segunda faceta. Como militar, todos los autores que he leído coinciden, algunos con saña y otros con pena, en apuntar su desastrosa calidad de estratega; como en Curupaytí donde, a pesar de las advertencias de sus oficiales, ordenó un ataque masivo de infantería (soldados que eran llevados hasta el frente con grilletes, porque la leva era a la fuerza y la opinión popular estaba con "el enemigo") a través de un campo embarrado bajo el fuego franco de los defensores, que los fueron volteando uno a uno como a patitos de lata. Finalmente, como literato, mejor no hablar de ciertas cosas; difícil encontrar prosa más pomposa, pretenciosa y rebuscadisimosa. Ah, y también fundó el diario que todavía hoy es la tribuna del derechismo vernáculo.
[*] Un dato que quizás eche un poco de luz sobre por qué Urquiza ordenó la retirada en Pavón teniendo la batalla ganada: unos años después, el principal proveedor alimentario de las tropas en la guerra del Paraguay fueron sus fincas entrerrianas, lo que representó una mina de oro.


Domingo F. Sarmiento. Continuó con las políticas de Mitre en todos los frentes; tal vez la principal diferencia con aquel haya sido su total falta de diplomacia. Si el programa de TV "El gen argentino" buscaba realmente qué personaje representaba mejor nuestra idiosincrasia, éste tendría que haber sido sin duda él: soberbio, prepotente y descaradamente racista. "Civilización o barbarie" no era, desde su perspectiva, otra cosa que "lo gringo versus lo criollo" o, en términos más actuales, "los blancos versus los negros- cabeza". Jamás perdió oportunidad de sostener esa teoría, como en la carta que, siendo presidente, le envió a un jefe militar donde le pedía que "no le falle el pulso a la hora de hacer derramar sangre de gaucho: para lo único que sirve esa sangre es para abonar la tierra" (sic). Fundó escuelas dicen, y eso está muy bien, pero en su proyecto eran escuelas para educar a los hijos de los futuros inmigrantes, porque los hijos del país -no los de su país proyectado sino los del país real de entonces, que nunca aceptó como viable por ese motivo- eran prácticamente irrecuperables porque el criollo era vago por naturaleza. Un pimpollo, nuestro padre del aula.


Julio A. Roca. Llegó al poder a través del prestigio que le acarreó, durante la presidencia de Avellaneda (el que falta en este cuarteto "fundacional" de 1862- 1886), haber dirigido nuestro primer genocidio sistemático como nación independiente. De hecho, el reverso del billete está dedicado a "la conquista del desierto" y cada vez que lo veo me avergüenzo. La misma denominación delata su hipocresía: un desierto no hace falta conquistarlo sino simplemente ocuparlo, si es necesario una "conquista" es porque no está desierto, y hace falta eliminar a su población para poder repoblarlo con gente propia o afín. Una vez llevado a cabo el genocidio, se desentendió de las promesas a la tropa de distribuir el terreno "conquistado" en pequeñas parcelas individuales, para entregarlo a unas poquísimas manos a manera de enormes latifundios, dando forma definitiva al patrón que aún persiste. Ese proceso fue realizado por intermedio de su hermano Ataliva Roca, y el verbo "atalivar" fue usado durante muchos años en el sentido con que hoy utilizamos la palabra, entonces inexistente, "coimear". El segundo nombre de Julio era "Argentino", y viendo sus negociados, truchadas y chanchullos, eso tiene una evidente segunda lectura.

En fin, digamos que es una bonita caterva de prohombres. Es posible que muchos lectores no estén de acuerdo con esta o aquella afirmación, pero resulta que hablar de Historia es básicamente hablar de figuras políticas, y la política, tanto ayer como hoy (y lamentablemente mañana también), es una cosa bastante sucia y asquerosa... Si en razón del cacareado y mentiroso "cambio de modelo" terminamos cambiando, como solemos hacer, aspectos muy superficiales, y decidimos por tanto modificar el diseño de nuestro papel moneda, tal vez deberíamos seguir el ejemplo de los europeos que -seguramente para evitar roces entre sus distintas nacionalidades- eligieron reproducir en el euro frías obras arquitectónicas; si en cambio seguimos la tradición dolaresca y es imprescindible poner "personajes", bueno, nosotros tenemos a Mafalda, Inodoro, Clemente... ¿Que sería poco serio? Mejor aún, a ver si nos sacudimos un poco esa imagen tan acartonada que tenemos de nosotros mismos.

sábado, mayo 03, 2008

Esta no es mi casa

"...ya que tu intención fue compartir algo tuyo, y en tu casa"

El epígrafe lo extraje de un comentario en el blog de Chirusa a una entrada que me afecta lateralmente (bueno, no tan lateralmente). Mi primer impulso fue responder en el mismo panel pero me di cuenta de que lo que yo quería decir no estaba directamente relacionado con el comentario en sí, ni con el post en sí, ni siquiera con el blog en sí; así que acá estoy escribiendo estas líneas.

En el mismo blog, Chirusa tiene como frase de cabecera una sentencia de Maridóclides (su maridóclides, claro) que reza: "Internet no es para todos"; obviamente no se refiere a que la gran mayoría de la humanidad no tiene acceso a internet, sino a que muchos de los que sí tenemos ese privilegio no somos lo suficientemente responsables como para aprovecharlo. Si hace falta alguna prueba de esto, basta con leer los comentarios a los artículos periodísticos de los medios masivos on line que, seguramente influenciados por "el auge de los blogs" y sin entender un carajo de qué se trata el tema, los dejan abiertos a todo tipo de alimañas. Su encabezado, sin duda redactado por asesores legales, marca una serie de pautas a seguir y dice que los comentarios que no cumplan con esas reglas serán eliminados, pero el hecho es que nadie supervisa ni elimina nada y dan tribuna a una enorme parva de racistas, nazis y peligrosísimos pelotudos... pero me estoy yendo de tema, porque no quiero hablar de los medios masivos sino de los blogs.

La analogía entre "el blog de uno" y "la casa de uno" ya la había leído muchas veces y creo recordar alguna discusión al respecto en otro sitio, pero me parece que el asunto es tan crucial que vale la pena volver sobre él. Mi blog no es mi casa en modo alguno, salvo en el pequeñísimo detalle de que soy yo quien decide de qué color se pinta, qué cuadro se cuelga o qué flores se ponen en el jarrón; y punto. No creo que ningún blogger en sus cabales esté dispuesto a invitar a su mesa a todos los desconocidos que pasan por su página y eventualmente dejan algún comentario. Un blog, en todo caso, sería una casa que por definición tiene sus puertas abiertas de par en par las 24 horas y un gran pasacalle que dice: ¡PASEN Y VEAN! ENTRADA LIBRE Y GRATUITA, y eso no sólo para los amigos sino para toda la gente que pase por ahí: colchoneros, reyes de basto, caraduras y polizones.

Mi blog no es "mi casa" sino en todo caso "mi stand" o "mi puesto" en esta gran feria variopinta que damos en llamar blogósfera. Al tomar la decisión de abrir un nuevo stand también estamos haciéndonos cargo de atenderlo con un grado razonable de profesionalismo. Quien piense que puede participar de esta feria de saltimbanquis "desde su casa", a control remoto, está muy equivocado; y eso incluye a saltimbanquis politiqueros, saltimbanquis melómanos o cinéfilos, saltimbanquis humoristas o saltimbanquis que simplemente se dedican a abrir su corazón (¿saltimbanquis poetas?). Esta plaza en la que está la feria es inabarcable -diría infinita, pero es un imposible matemático- y hay que venir, presentar un espectáculo digno y, recién entonces, podemos volver a casa.

Quien no entienda que mientras se está en la plaza no se está a la vez en la casa propia, quien no entienda que nunca es lo mismo subir un comentario a un blog que enviarle un e-mail al editor de éste, es que no entiende la diferencia entre lo público y lo privado; y mientras todo siga así la web seguirá siendo el cambalache que es y Maridóclides seguirá siendo uno de los más sabios pensadores de nuestro tiempo.

¡Salud, compañeros saltimbanquis!
(y un saludo especial para vos...)

viernes, abril 25, 2008

"No puedo más"

Un día, en un inquilinato de Buenos Aires, nació un pibe. Fue el único hijo de una pareja pobre de inmigrantes españoles. Quiso el destino que naciera justo al comienzo de la peor crisis económica del siglo XX con lo cual su infancia estuvo signada por las privaciones, mudando de pieza de alquiler en pieza y con la incertidumbre de parar la olla día tras día. Alguna vez, siendo muy pequeño, cuando al padre le tocó trabajar de noche en los turnos rotativos de la fábrica y la madre enganchó una changa para servir la mesa en una cena de gente más afortunada, ésta lo arropó en la cama y lo dejó absolutamente solo en la habitación poniendo una vela sobre el ropero para evitar la total oscuridad; de más está decir que las sombras que proyectaba esa luz bamboleante produjeron el efecto opuesto al deseado.

En este contexto, a pesar de terminar con honores la escuela primaria, tuvo que renunciar a la educación oficial para colaborar con la economía familiar. Corrían otros tiempos, en los que la eficiencia y los resultados eran más importantes que la oquedad de vanos títulos con dudoso aunque reconocido respaldo, y los excluidos del sistema por razones socioeconómicas podían arrimar a través de cursos extracurriculares y una constante curiosidad autodidacta; así él pudo convertirse en trilingüe y poseedor de una cultura general que no es muy dado encontrar (de hecho, nunca supe de una biblioteca más vasta y variada en una casa particular). A través de los años, logró hacer carrera a fuerza de coherencia y aptitud en dos importantes multinacionales. Tanto fue su éxito en ese sentido, combinado con la austeridad que seguramente era una marca a fuego de su infancia, que cuando sus dos hijos llegaron a adultos pudo regalarles sendas viviendas.

Luego llegó el tiempo de la jubilación y el descanso, de las gratas tareas de inventar ingeniosos artilugios artesanales para resolver de la mejor manera todo tipo de cuestiones, de compartir largas horas en el patio primero con los pájaros que acudían al bebedero y al semillero siempre llenos, luego desplazados por los gatos "ajenos" que terminaron por adoptarlo y domesticarlo totalmente, mucho más que a sus supuestos "dueños". Tiempo también de disfrutar, por qué no, de las mismas y repetidas discusiones de sitcom con su pareja de toda la vida, con la que llegó a cumplir las bodas de oro (aunque cincuenta años de confianza y respeto suenen a cuento de ciencia- ficción para mi generación).

Y otro día, un día tan cualquiera como aquel, murió. Se fue como vivió: mirando de frente y hablando claro, sus últimas palabras (el título de este post) sólo puedo adjudicarlas a su enormísima sinceridad. Se fue como quien tiene todas sus cuentas saldadas y no le debe nada a nadie, como quien jamás traicionó la consigna de que lo éticamente correcto está por sobre lo personalmente conveniente, como quien nunca se quedó con un vuelto de más y puede dar cuenta de cada centavo, como quien se hace responsable de todas las oportunidades ganadas y perdidas sin buscar excusas. Se fue, dije, como vivió, o sea dando ejemplo: dicen por ahí que yo soy un buen tipo pero en eso no hay mérito personal, resulta que me crié imitándolo.

Todo eso creo saberlo y el resto sólo puedo imaginarlo, pero tengo una fantasía recurrente: que se fue, también, ensoñando que la gallega volvía antes de tiempo y ahuyentaba, de una vez y para siempre, a esos reputísimos fantasmas bailoteando sobre la vela.

MI VIEJO
10.08.1930
21.04.2008

martes, abril 15, 2008

Especialistas de la lengua

Advertencia: No se ilusionen con el título, este no es un post erótico.
Aclaración: Hay que ver lo que algunos consideran noticiable, acá la fuente.

La vagancia nunca es buena consejera, y fue ésta la que me impidió cursar estudios terciarios... A veces pienso que debería haber invertido algunos años en estudiar una carrera de orientación lingüística y dedicarme a decir huevadas en congresos que, desde su denominación misma, testifican su garrafal pelotudez; y vivir de eso, claro, de otro modo no tendría posibilidad de perder mi tiempo en tan interesantes asuntos.

El profesor Salvador López Quero de la Universidad de Córdoba nos explica que los mensajes de texto, en celulares o en un chat, "son textos escritos oralizados, se escribe como se habla y en ellos lo que importa es la función comunicativa" y "han demostrado que entre lo oral y lo escrito no hay una oposición frontal".
Mi estimado: entre lo oral y lo escrito jamás ha habido una oposición frontal porque, precisamente, la escritura siempre fue una extensión del lenguaje oral, ¿qué otra cosa podría ser? ¿No aprendemos acaso a escribir asociando los grafemas a fonemas de cuyas combinaciones tenemos ya una noción de sentido? Se escribe como se habla, dice, y eso es históricamente cierto, pero ocurre que usted lo menciona justamente refiriéndose a un fenómeno que no hace más que distanciar la escritura del habla. Yo jamás escuché a nadie, en ningún ámbito, decir fonéticamente "yo tb tkm" y eso por no mencionar a los signos de puntuación (que ya no se utilizan para puntuar absolutamente nada) en función de emoticones: ¿Podría usted informarme, profe, cómo se oraliza un ":)" o un ":("?

Luego, Carmen Galán de la Universidad de Extremadura parece irse decididamente por las ramas y luego de retrotraerse a los fenicios, que no tienen posibilidad de réplica, dictamina que "hasta ahora el pulgar era un dedo tonto, y para las nuevas generaciones es un dedo que habla".
Mi querida: yo no sé cómo utilizará usted sus pulgares pero llamar a ese dedo tonto es al menos una falta de respeto. Resulta que del hecho de que en la evolución resultara que algunos primates lo tuviéramos opuesto al resto devinieron la modificación del ambiente natural y la serie de civilizaciones que terminaron degradando el planeta a lo que es hoy. En cuanto a su estricta función comunicativa le recuerdo que el pulgar extendido, con el resto del puño cerrado, apuntando hacia arriba o hacia abajo, ha sido desde la antigüedad un gesto que no sólo marcó la diferencia entre la vida y la muerte de individuos aislados sino las más importantes decisiones a nivel social... y además no imagino cómo podría pedir yo un café en un bar sin mi querido y tonto pulgar.

Finalmente, Javier Morant de la Universidad de Valencia nos dice que "no está claro si el problema es de los jóvenes o nuestro" -cayendo en la estupidez de buscar al culpable antes que a la solución- ya que "vivimos en una sociedad audiovisual".
Mi dilecto amigo: siempre hemos vivido en una sociedad audiovisual (salvo tal vez los perros que viven en una sociedad audioolfativa): nuestra conciencia del entorno se basa en lo que vemos y oímos, pero la única forma de compartir esas experiencias es a través del lenguaje que, creo, se originó en esa necesidad de comunicación. Mostrar al prójimo las imágenes y sonidos que percibimos no conllevaría ningún entendimiento recíproco ya que cada quien interpreta lo que ve y oye a su modo. Su "sociedad audiovisual", según entiendo, son imágenes acompañadas no sólo del sonido ambiente sino de un determinado discurso, articulado en alguna lengua que el receptor comprenda; en ese sentido, de la escucha a la lectura hay sólo un paso y sería interesante, en un grupo en el que todos tocan de oído, enseñarle a sus miembros a leer el pentagrama.

Es posible que todo esto se deba a un redactor salame que apuntó fuera de contexto sublimes declaraciones de tres catedráticos coherentes... pero me niego a matar al mensajero ante la enormísima posibilidad de que los salames sean ellos.

sábado, marzo 29, 2008

La gesta deportiva sin igual

Los 15 últimos titulares de clarin.com:

*Las cuatro entidades del campo decidieron mantener el paro
*San Lorenzo y Lanús juegan con la mente puesta en la Copa
*Golf: Romero dio un salto en Nueva Orleans
*Detuvieron a un sindicalista de los camioneros por el crimen del tesorero de Moyano
*Banfield festejó ante Argentinos
*Gimnasia y Central empataron en Jujuy
*Detienen a 20 personas por robo de autos
*Crespo volvió al gol en el Inter
*Acasuso y Mónaco siguen en Key Biscayne
*Barcelona se durmió y el Betis lo dio vuelta
*Arrancó en varias ciudades el apagón mundial para alertar sobre el cambio climático
*Estudiantes lo gritó en el final y es líder
*Cavenaghi no para de hacer goles
*Tevez se anotó en la goleada del Manchester
*Micó se queda y separó del plantel a Estévez

11 a 4... goleada histórica. Que siga el lock out, mientras haya deporte hay esperanza.

sábado, marzo 22, 2008

No se ofenda nadie

La gente se ofende o, para decirlo mal pero más claramente, la gente se me ofende y yo no sé por qué. Me ha ocurrido eventualmente en conversaciones orales pero es mucho más frecuente en intercambios por escrito, en donde suelo explayarme a gusto y ser más específico. Sucedió algunas veces en este medio, con comentarios en blogs, pero eso es más comprensible dado que la amplitud de temas y estilos hace posible una mayor variedad de lecturas del mismo texto, pero lo llamativo es que me pasa constantemente con la correspondencia de índole laboral. ¿Cuántas oportunidades de ofender puedo tener mediante el frío y distante lenguaje formal con el que relleno el espacio entre un "Estimado" y un "Atte."?; tal parece que muchas. Como ya dije, no entiendo por qué, pero obviamente fue objeto de mi análisis.

1) Una pista me fue facilitada por quienes, sin llegar a ofenderse, me contestan con buena onda. Veamos: cuando yo escribo "Esto es así y eso otro es asá, y me parece muy importante no perder de vista esa diferencia" alguno me contesta "Bueno, pero no te enojes" [¿?] o bien si pongo "Este problema puede llegar a agravarse, y los motivos son éste, aquel y el de más allá" otro me responde "Tenés razón, estoy de acuerdo, pero no arreglamos nada con esa bronca" [¿¿??]. Creo que se trata de una cuestión cultural: cuando yo trato temas serios (como los problemas laborales) adopto, coherentemente, un tono serio, y parece que en esta sociedad signada por el modelo Tinelli- Marley- etc., se da la ecuación Ponerse serio = Estar enojado; es inútil, según mi experiencia, tratar de explicar la diferencia entre ambas actitudes.

2) Por otro lado, sospecho que la gente no soporta que uno argumente (y mucho menos que documente) sus afirmaciones. Supongo que se debe a que no les interesa en lo más mínimo leer -ni escuchar- por qué uno dice lo que dice, y espera simplemente una breve lista de tips al estilo "Encienda/ Use/ Apague". Así, llevándolo al extremo, si uno envía "El cielo es azul" todo el mundo se sentirá feliz y contento y comentará qué tipo ubicado y sabio es el remitente, pero si en cambio uno elige "El cielo es azul y, además de la accesible comprobación empírica, pueden consultar el conocido tratado sobre refracción lumínica de Fulanov & Menganosky" enseguida se alzará un airado coro de gente ofendida: "¡Eh, ¿qué te pasa?!" "¿Quién te creés que sos?" "¡Andá a la chacón de tu naherma!" y otros bonitos giros retóricos.

3) De nada sirve (escaparse de uno mismo y tampoco) intentar aclarar de entrada que uno no tiene intención de ofender: lo único que logra es darle letra al futuro ofendido. Hace poco fuimos consultadas unas pocas personas, a las que nos incumbía el tema, sobre qué operatoria seguir con respecto a cierto cambio novedoso en la rutina comercial de la empresa. Un gerente de otro sector dio su opinión y yo, que no ostento ningún cargo pero soy recurrentemente consultado, le respondí que su proyecto era inaplicable, refutando cada ítem con una detallada argumentación e incluso dando ejemplos hipotéticos de cómo las cosas resultarían mal de ese modo. En vista de experiencias anteriores cerré con la frase "Todos estos aportes sólo tienen intención de sumar, y no puedo ni quiero discutir decisiones gerenciales que están más allá de mi competencia". Está claro, ¿no? No: al rato el quía me contesta (ofendido, claro) y comienza con "¡No voy a discutir decisiones gerenciales!" Este... ¿eso no te lo dije primero yo a vos? En fin.
(Nota: de más está decir que se aplicaron mis sugerencias.)

4) Tratando de entender (siempre trato de entender, es un vicio crónico) la reacción del punto anterior, pensé que tal vez se había leído ironía donde ésta no existía, y eso me hizo pensar en la situación inversa: no hay caso en intentar matizar la seriedad -para que no se lea como enojo, según el primer punto- con alguna observación irónica, ya que casi nadie la cazará. En muchos casos se debe a una supina ignorancia sobre el tema en cuestión (algunas personas de confianza se me han acercado para preguntarme de qué carajo estaba hablando) pero más en general creo que remite a que la gente mantiene una constante actitud defensivo- paranoica ante la que cualquier ironía les resbala como el sudor en la frente. Siendo así, esto sólo empeoraría las cosas... si acaso pudieran estar peor.

En resumen, tal vez la moraleja sea: "Decí lo que quieras... Digas lo que digas alguno se ofenderá".

***
Al menos temporalmente cambié la canción del blog; y es que estas líneas me hicieron recordar los versos de Cave, aunque nuestras motivaciones sean distintas: "It ain't that in their hearts they're bad [...] but that's just bullshit: People just ain't no good".

jueves, marzo 13, 2008

Un soneto más

En julio de 2005 yo estaba en plena etapa sonetística; estaba tan ducho en esa gimnasia que bien podía escribir sonetos a pedido. Ese, más o menos, fue el caso cuando una conocida me mandó por mail las bases de un concurso de poesía en el que me sugería participar: en un rato de ocio escribí lo que sigue y, al final, jamás lo envié... Una lástima.


A: Biblioteca Popular de Olivos
Referencia: Concurso literario
(Adjunto el efectivo necesario
para los gastos administrativos)

Tal cual está en las bases indicado
según la decisión que Uds. toman
escribo a doble espacio en Times New Roman
e imprimo en simple faz por triplicado.

Envío algunos datos personales
(mi nombre, domicilio, D.N.I.)
en sobre que acompaña a la presente,

Y cumplidas las cláusulas formales...
¡No hay lugar para el texto que elegí
y además saludar atentamente!

lunes, marzo 10, 2008

Besos robados

"El aislamiento de Uribe también se hizo evidente luego de la distensión, cuando intentó sin éxito abrazar a Correa, quien lo mantuvo a la distancia de su firme brazo en un mero apretón de manos. Con menos fuerza física, CFK falló en el intento de impedir que le estampara un beso."

Desde el momento en que vi esa escena y la notoria incomodidad de la señora Fernández, demostrada con una rotunda e inequívoca cara de culo, pensé en escribir algunas líneas sobre eso y la contradicción de que un mandatario intente sellar su supuesta promesa de no volver a invadir con una flagrante invasión del espacio personal y privado de una colega contra su deseo. No lo hice y creo que la acotación de Verbitsky es suficiente comentario; para quien quiera conocer el artículo completo (de muy interesante lectura, por cierto) pongo este enlace.

lunes, febrero 25, 2008

Tumbas de vinilo

Un intercambio de opiniones que se dio en el blog de Fede a partir de su referencia a un post de Fedefer, acerca de la diferencia entre bajar música en mp3 y comprar un CD original, me produjo un efecto de nostalgia, algo que parece ocurrir cada vez con más frecuencia a partir de los cuarenta; así que visité el hogar de mis viejos, unos ancianos muy queribles que siguen viviendo en la misma casa que compartían con sus dos hijos y que no se han deshecho de prácticamente nada, y revisé los vinilos que hace un par de décadas dejé ahí. Como en el caso de los libros, lo que hay en existencia es muy relativo con respecto a lo que uno escuchaba entonces, ya que los discos iban y venían; algunos de ellos fueron aportados por mi hermano mayor, otros por mí y otros quién sabe. Esperaba encontrar, por ejemplo, Crash Landing de Jimi Hendrix, pero no estaba (después creí recordar que lo había regalado y hasta supongo que sé a quién) y en cambio encontré discos que no recordaba en absoluto, como The Future Now de Peter Hammill. Entre lo que había no me costó mucho ni tardé demasiado en encontrar una docena que me da gusto comentar. A falta de un criterio que no tendría, opto por el estricto orden alfabético.

Brian Eno: Taking Tiger Mountain. Un disco que siempre me resultó muy bello por su simpleza: las canciones son simples, los arreglos son simples, todo en él es simple. Recuerdo a la perfección prácticamente todos los temas a pesar de no haberlos escuchado desde entonces, aunque un par de ellos fueron incluidos en la banda de sonido de la película "Clean" y, ahora que lo pienso, tal vez eso influyó en que el film me gustara tanto...
Para recomendar: la furia minimalista de Third Uncle.

Crosby, Stills, Nash & Young: So Far. Lo mejor de dos discos en los que es difícil elegir lo mejor. Cuatro personalidades bien definidas y distintas (basta escuchar las canciones aportadas por cada uno) que se ensamblan maravillosamente como las piezas de un asombroso rompecabezas, y además unos juegos de voces como no es habitual encontrar.
Para recomendar: la irrepetible versión de Woodstock y la magia de Guinnevere.

Frank Zappa: Hot Rats (no busqué la imagen de tapa porque lo que encontré fue el vinilo en su funda interior de papel blanco y liso). ¿Qué decir de este tipo? Quizás sea el opuesto de Eno: composiciones y arreglos muy elaborados, de esos en los que uno encuentra cosas nuevas cada vez que los escucha, interpretados por una banda que es un relojito aceitado (debía ser difícil tener a Zappa de jefe).
Para recomendar: los graznidos de Captain Beefheart en Willy The Pimp.

Gong: Camembert electrique. Un disco distinto, sin duda; producto de un grupo de auténticos hippies (a la postre excelentes músicos) que vivían en comunidad en la campiña francesa. Después el grupo cambió de integrantes y de estilo y lo que hicieron, bueno o malo, fue muy otra cosa. Camembert, para mí, es un hito.
Para recomendar: todo... A falta de mejores referencias menciono las brevísimas interferencias de radio provocadas por gnomos (sic) al inicio y al final de cada lado, con títulos tan descriptivos como Squeezing Sponges Over Policemen's Heads.

Invisible: El jardín de los presentes. El disco porteño por antonomasia, mucho más que cualquier tango; al menos es la música que representa mejor a la Buenos Aires que yo vivía y vivo. Además, teniendo en cuenta la falta de producción que había entonces en las grabaciones de rock argentino (más allá de la indudable calidad de compositores e intérpretes) este disco fue, en ese sentido, una margarita en el chiquero.
Para recomendar: el doblete de 200 años, con su cristalino solo de viola y el crescendo del final, y Niño condenado (Uf... ¡Niño condenado!).

Joni Mitchell: Hejira. Un disco cálido... Creo que esa es la mejor definición que encuentro. Las confesiones de una mujer independiente y viajera ("a prisoner of the white lines on the freeway", según se autodefine en la primera canción) hechas a través de una poesía contundente que sólo se atiene a reglas propias. Una obra que, definitivamente, tiene el poder de seducirme cada vez.
Para recomendar: Black Crow, demostración de cómo llevar un ritmo sostenido y atrapante (guitarra de Joni y bajo de Jaco Pastorius mediante) sin ningún tipo de percusión.

King Crimson: Islands (con esta tapa, no con la de la nebulosa -o lo que sea eso-). Disco generalmente minimizado por los crimsonmaníacos que lo comparan con lo anterior y lo posterior, pero para mí siempre fue algo muy especial. Escuchado hasta el hartazgo cuando estaba melancólico, cosa que, obviamente, aumentaba mi melancolía.
Para recomendar: el tema que le da título y su ineludible Preludio: Song Of The Gulls.

Peter Gabriel (a falta de mayores datos aportados por el autor, digamos que es el tercero). Más allá de los gustos personales es indiscutible que el quía se mantuvo a la vanguardia durante toda su carrera, basta ver alguno de sus más viejos videos. Este es un disco poderoso, con un sonido impecable y unos instrumentistas de reputísima madre; y las letras de Gabriel, claro, en las que siempre hay algo para rescatar. Un vinilo que recuerdo haber gastado a conciencia en su momento.
Para recomendar: I Don't Remember, incluida la introducción de saxo (que teóricamente es otro tema pero para mí no lo es).

Steve Hillage/ Miquette Giraudy: Rainbow Dome Musick (por razones comerciales se publicó con sólo el nombre de Hillage, tremenda injusticia). Un vinilo transparente (cosa rara en aquel tiempo) con una extensa composición de cada lado, llena de climas que crecen y decrecen y una prácticamente nula estructura melódica. Creado, según cuenta la contratapa, para un encuentro de "Cuerpo/ Mente/ Espíritu", es un disco ideal para dos situaciones específicas: si uno es místico para meditar, y si uno no es místico para fumarse un buen faso y ponerse un poco místico.
Para recomendar: Garden Of Paradise, el lado A (más agua y aire) adjudicado a ella, que siempre me gustó más que el lado B (más tierra y fuego) adjudicado a él.

Talking Heads: Speaking In Tongues. Creo que fue el último vinilo que compré en mi vida. Una base rítmica capaz de levantarle el ánimo a un moribundo y, por sobre ésta, los decires y discurrires de Byrne, que siempre da la impresión de no tener ganas de cantar y siempre, pero siempre, da gusto escuchar.
Para recomendar: un tema que, a pesar de no escuchar hace añares, sigue resonando en mi cabeza: Swamp... y eso que "compite" con el archifamoso Burning Down The House.

The Police: Regatta de Blanc. Un clásico, por supuesto. Una eficiente vuelta de tuerca a las promesas de su primer disco, previa a un cambio de rumbo en busca de otros sonidos. Además, el disco con mayor participación compositiva de Copeland, cuyas canciones siempre me gustaron más que las de Sting.
Para recomendar: tal vez el tema que más me guste de toda su discografía: el humilde On Any Other Day.

Yes: Fragile. Como en el caso anterior, quizás sea a lo máximo que llegó la banda en su búsqueda inicial antes de dedicarse a otra cosa; es este caso, a llenar lados de álbumes con extensos temas de 20' que (según confesó algún miembro más tarde) eran excelentes canciones de 4' estiradas a más no poder. Al margen, el potente y preciso Rickenbaker de Squire que, por entonces, era una meta para mis torpes e ineficientes intentos en un sótano del barrio (perdón, vecinos).
Para recomendar: ese solo de guitarra española, fuera de cualquier referencia cronológica, que es Mood For A Day.

Por supuesto, todo esto lo escribo a partir de mis recuerdos. No hubiera sido justo para esos vinilos inertes, aunque hubiera tenido cómo, hacerlos sonar de nuevo; hubiera sido un desprecio a su honorable simbolismo. Fue para mí como una visita a un cementerio en donde las lápidas, algunas en mejor estado y otras deplorablemente abandonadas, nos hacen recordar personalidades que, de ningún modo, nos pueden traer de vuelta por sí mismas. De regreso a mi casa (la que continúo llamando así aunque muy pronto volveré a mudarme para vivir solo) encontré otro triste cementerio: el de los cassettes de VHS, que contienen –contuvieron, al no tener dónde reproducirlos- una cantidad de magnífico y entrañable cine, pero eso será tema para otro post... o tal vez no.