viernes, noviembre 24, 2006

Situaciones surrealistas

Los que me conocen saben de mi obstinada negativa al uso de teléfonos celulares. Algunos pueden catalogarla como un capricho pero yo sigo insistiendo en que, salvo en raras y escasísimas emergencias, cambiaron para mal la vida de la gente. Interferencia constante en las relaciones sociales, sostengo que dificultan lo que dicen facilitar: La tecnología de las comunicaciones nos incomunica y continúo obteniendo pruebas de eso, algunas de las cuales rondan el absurdo y el surrealismo.

Hace poco viajé a Colonia y después de cumplimentar los trámites de embarque, como el buque todavía no estaba listo para ser abordado, me senté en el salón de espera junto con el resto de los pasajeros. En un momento escuché a mis espaldas "Ya pasamos por el check-in y por migraciones, ¿ahora dónde tenemos que ir?" Supuse que se trataba de una conversación in situ pero a continuación me sorprendí con "Es un salón grande, con asientos, en la pared hay unos carteles..." Giré y vi a un par de chicas adolescentes que continuaban con la descripción del lugar pretendiendo que su interlocutor, totalmente fuera de contexto, les indicara si ir hacia la izquierda o hacia la derecha. Por supuesto, esto no ocurría en el desierto ni en un país en el cual no entendieran el idioma, sino en una sala repleta de gente hablando en castellano que sabía perfectamente hacia dónde tenían que ir ellas, por no mencionar a varios empleados de la empresa naviera, adecuadamente uniformados para ser reconocidos como tales, que se encontraban ahí para responder a esa clase de preguntas.

Es posible que estas chicas hayan quedado condicionadas desde la infancia por la maternal cantinela "No hables con extraños" y es posible, también, que sean meramente estúpidas. En cualquier caso, ¿por qué hacerlo existiendo el celular que vuelve tan fácil importunar a parientes y amigos? En cuanto a mí, sigo prefiriendo preguntarles la hora, las calles o lo que sea a completos extraños. Además, conversar con ellos es el único modo de que dejen de serlo. Reitero el concepto: La tecnología de las comunicaciones nos incomunica.

1 comentario:

Cinzcéu dijo...

Si me mandás un mensaje de texto al celular te respondo si las chicas quedaron condicionadas o eran meramente estúpidas... ¡Ay!