martes, mayo 22, 2007

Peor el remedio...

Yo jamás simpaticé con el "complejo médico- farmacéutico". Toda mi vida he evitado el trato con él y de hecho vengo viviendo bastante bien sin su intervención. Hace poco me llevó a consultar a un médico el susto que me causó un pico de presión; cosa que, medito ahora, es algo completamente normal en un cuarentón que fuma, bebe y no hace deporte. El quía, como yo suponía, me mandó a hacer una descomunal serie de estudios para ver cómo encajaba yo en su tablita con los guarismos de la salud perfecta, condición que seguramente ni un joven atleta olímpico puede alcanzar. La verdad es que no le di demasiada importancia, pero la insistencia de algunas personas en mi entorno me hizo resolver que, después de todo, no me costaba nada hacerme esos estudios en tanto no los considerara un compromiso con respecto a decisiones posteriores.

Así es que hoy pedí el día libre en el trabajo (algo bastante problemático de por sí) para dedicarlo a recorrer los distintos laboratorios en los que había pedido turnos para la ecografía, las placas y los diversos análisis clínicos. En todos ellos me rechazaron porque la fecha de las recetas superaba un poco los treinta días de antigüedad y me sugirieron condescendientemente que sólo un marciano puede ignorar que éstas no tienen valor después de ese lapso. Miren, queridos míos, yo no suelo saber cosas que nadie me informa; ustedes lo saben porque trabajan diariamente con recetas, pero yo no voy casi nunca al médico y debe hacer casi diez años que no me hago un análisis; sí sé, por ejemplo, que los cheques tienen esa misma vigencia porque trabajo con ellos, pero si alguno de ustedes me trae un cheque vencido yo no voy a tratarlo como a un estúpido.

¿Qué sigue ahora? Se supone que debería volver al médico para que me cambie las recetas y, aunque él esté cobrando sus buenos morlacos por atenderme de nuevo, seguramente me regañará como a un niño travieso que no le hace caso a Papá Doc. Luego tendría que volver a autorizar los estudios en la obra social, que queda allá por donde dobla el viento, y volver a pedir turnos en los diversos laboratorios. Ah, claro, y concurrir a esas citas con perfecta puntualidad y una gran sonrisa porque los empleados no tienen la culpa de que todo este tema me tenga harto. Entonces, resultados en mano, debería visitar otra vez al médico para que los lea y me diga que, aunque yo me siento plenamente sano, tengo la mitad de las enfermedades que figuran en su catálogo, y me convide a tomar un suculento cóctel de pastillas que, si no logran hacerme feliz, al menos me van a dejar tan dopado que no voy a ser capaz de darme cuenta de mi infelicidad.

Lo más probable es que no haga nada de todo eso y continúe viviendo tan bien o tan mal como hasta ahora, y si algún día me tengo que morir simplemente me muera, como viene haciendo la gente desde que el mundo es mundo.

7 comentarios:

Vitore dijo...

No sé por qué siempre acabamos considerando a los médicos como seres superiores cuando unos lo serán por su dedicación y sapiencia y otros no lo serán por dios sabe qué. El caso es que si te toca uno de los malos, puede hacerte la vida y hasta la muerte imposibles. Salud y suerte compañero.

Chiru dijo...

cumplo en informarte que un médico que trabaja por la obra social no cobra sus buenos morlacos... para ser clara, OSDE, que es una prepaga, abona a los medicos por consulta 22 pesos (hasta hace unas semanas atrás eran 16 pesos), una obra social puede pagarle 5 o 10 pesos en el mejor de los casos, osecac creo que anda por los 7 pesos la consulta

Pero en un punto tenés razón, el sistema de salud es una mierda y la atención es pésima, en eso estamos de acuerdo... (conozco bien el paño)

Ahora bien, cuarenta y pico, fumador y estresado como buen argentino, un pico de presión es un alarma para no dejar pasar por alto, si te morís, todo bien... pero si quedás clueco alguien te va a tener que limpiar el culo, sabelo

Dale algo de crédito a la medicina, que no te mate el escepticismo

Cinzcéu dijo...

A ver, a ver, a ver y con todo respeto: si he leído bien el último comentario, resultaría que si te morís, todo bien, pero que conste que si no te morís ("quedás clueco") cargarás para siempre la incargable culpa de haber condenado a otro a limpiarte el culo. Sumemos los factores "cuarenta y pico, fumador y estresado como buen argentino": dos rasgos inevitables y cuatro que hacen parte de la identidad vital del sujeto.
Eso, Chirusa, suena terrorista, sabelo. Demos algo de crédito al escepticismo (¿acaso hay que creer en una cosa con-sagrada o bien en ninguna?), que no nos mate "el sistema de salud [que] es una mierda y la atención [que] es pésima" y que tampoco nos mate la medicina porque, muchas veces, peor el remedio...
Saludos.

1+ dijo...

Vitore: Lo de "puede hacerte la muerte imposible" da para una larga reflexión sobre la eutanasia y el derecho de cada uno a elegir una muerte digna, reflexión que no voy a desarrollar acá. Salud y suerte para vos también.

Chirusa: Éste cobra $10, lo sé. La primera vez que fui, con la presión muy alta, prácticamente me echó del consultorio y me dijo que vaya a algún lado a que me estabilicen porque "yo en este estado no puedo atenderlo"; eso sí, se quedó con el bono de consulta firmado... $10 por decirme que vaya a un hospital me parecen unos buenos morlacos. Gracias por el consejo y, sobre todo, bienvenida.

Cinzcéu: Sabés que soy un escéptico militante y, como bien se dice, de algo hay que morirse, ¿o no? Un abrazo.

Chiru dijo...

cinzceu
me dió escalofrío que mi comentario te resultara terrorista. Pero ya sabemos cómo es ésto, cada uno tiene la libertad de interpretarlo acorde al estado de ánimo.
Esas entrelíneas que sugerís no tuvieron esa intención sino la buena leche de decir (tal vez torpemente) que le dé pelota a las señales del cuerpo, si no le quiere dar pelota (tiene derecho también) las consecuencias pueden ser fatales para él o para su entorno (con, o sin culpa)
Capaz que me acordé de mi viejo, que por no darle pelota a sus señales quedó parapléjico en un pico de presión y hubo que limpiarle el culo por 4 años... como sea, lo que dije no fue de mala leche, si así se interpretó pido disculpas.

Todos tenemos derecho al escepticismo, pero hay buenos médicos, hay gente que hace bien su trabajo aunque le paguen monedas, hay personas que tienen vocación, si metemos a todos en la misma bolsa, estamos en el horno

1+
un placer estar por acá y espero no haberte incomodado.
Para debutar con la medicina, no tuviste suerte, pero creeme, hay quienes se manejan con otros códigos y les importa el paciente.

Salutes!

Grismar dijo...

Cuántos temas, no sabría si opinar sobre el sistema de salud, la burocracia, corruptela, el concepto de salud y el accionar de sus profesionales (buenos y malos) que aparecen como emergentes, o de esa base mucho más profunda que implica la calidad de vida que cada uno elige. Entre ver a un médico cuando algo nos asusta y vivir como hipocondríacos crónicos detrás de una salud perfecta hay una sutil diferencia, y dado que nadie puede asegurar que el tiempo de vida que se gana cumpliendo todos los requisitos de salud será mayor (y mejor) que el que se pierde por cumplirlos, personalmente prefiero vivir como me sienta viva, sin extremismos en uno u otro sentido (y espero que también aquellos que amo, aún cuando eso signifique lavarles el culo). Son decisiones, pero de eso se trata vivir ¿no?
Un beso.
P.D.: tampoco le demos demasiado crédito al escepticismo para no caer en la paradoja (hace años que caí en ella y aún no sé como salir)

1+ dijo...

Chirusa: No me incomodaste. Un bajón lo de tu viejo... y por si sirve para tu tranquilidad te cuento que desde entonces me controlo la presión regularmente y estoy muy bien; probablemente me compre un tensiómetro para tener en casa, que no es tan caro y es mucho más útil que un DVD u otras huevadas. De ahí a tomar enalapril diariamente y de por vida como pretende este médico y tantos otros (aunque no todos, es cierto) hay un largo trecho. Un beso.

Grismar: Es increíble cuántos temas pueden surgir a partir de una simple anécdota personal, ¿no? Lo ideal es que cada quien viva como crea mejor, sin duda, pero en medicina así como en política, en religión, fútbol, arte culinario, relaciones de pareja y supongo que también en técnicas para remontar barriletes hay demasiada gente que descalifica todo lo que no encaje en su modelo (v.g. mi vieja: vox medicus, vox dei). Fanatismos go home! Un beso.