In God we trust
Cayó en mis manos un periódico de la llamada Iglesia Universal. Me pregunto cómo puede una organización, confesional o no, editar un boletín semanal de veinte páginas impresas a todo color en papel de buen gramaje, con una importantísima tirada, y distribuirlo gratuitamente... ¿Sólo con las colaboraciones económicas de sus fieles? Debería hacer algunas cuentas antes de aceptarlo a la ligera.
No suelo ni hojear ese tipo de publicación pero esta vez me llamó la atención su portada: una foto de tres sonrientes y desdentados pibes apuntándole a la cámara con armas de fuego, aparentemente, según el paisaje, en una favela brasileña (cosa probable porque el editor es un tal obispo Marcus Vinicius) y la leyenda "Los valores cambiaron completamente, los modelos que propone la sociedad de mercado conducen a una destrucción feroz. ¿Se puede volver atrás?" Más allá de que "volver atrás" sea el leitmotiv de la tradición reaccionaria, y nadie con algo de sentido común puede pretender que el remedio a una compleja evolución histórica que le desagrade sea un simple e imposible retorno, quise saber cuán atrás proponía volver esta gente. ¿A un tiempo en el que no existiera dicha sociedad de mercado? ¿A aquel gratuito autoservicio del que gozaban Adán y Eva?
Con esto en mente abrí el ejemplar en una página al azar esperando encontrar, por lo tanto, llamamientos a renunciar a los valores del sistema y de ese modo poder concentrarse en logros más espirituales, lejos ya de "los modelos de la sociedad de mercado" que "conducen a una destrucción feroz". Me asombré mucho al ver la foto de un viejo con cara de político trucho posando junto a un flamante auto importado y el epígrafe "Eduardo y uno de los frutos de su fe: el 0 km". En el artículo el quía nos cuenta la clase de logros que alcanzó debido a su fe en este determinado dios. "Recuperé mi casa y la refaccioné por completo, pagué todas mis deudas y Dios me bendijo con un 0 km". Quedé bastante azorado: con respecto a la sociedad de mercado, ¿tenemos que volver atrás o darle para adelante? A ver, a ver, no quiero ser obtuso así que voy a forzar un poco mi imaginación: Los villeros tendrían que volver atrás, bien atrás, lo más atrás y lejos posible de nuestros Hondas y jacuzzis que nos merecemos como buenos cristianos.
¿Será así el mensaje? Estoy confundido, don Vinicius. ¡Ilumíneme!
2 comentarios:
Y pensar que antes las bendiciones eran: unos buenos hijos...salud..etc. pero ahora no, Dios nos bendice con un 0 KM !! y nos promete una vida eterna donde no podemos llevar ninguna de esas bendiciones, es injusto!!
Donde dice que los modelos que propone la sociedad conduce a la destruccion se refiere a los autos menos seguros no??
Saludosss!!
Debe referirse a volver unos siglos atrás, hasta la época en que la esclavitud era legal.
Vi por TV unos 15'' del programa que tiene la tal Iglesia Universal, y el tipo (onda Pastor Gimenez) que gritaba a la cámara nos instaba a tomarnos de las manos y pedir (a dios, supongo). Creí que se trataba de amor, salud, la paz mundial, o alguna pavada así, pero no, continuó: su trabajo es malo, tiene deudas que no lo dejan vivir? pidamos a nuestro señor... Lo que no aclaró es en qué banco trabaja.
Besos
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