martes, abril 15, 2008

Especialistas de la lengua

Advertencia: No se ilusionen con el título, este no es un post erótico.
Aclaración: Hay que ver lo que algunos consideran noticiable, acá la fuente.

La vagancia nunca es buena consejera, y fue ésta la que me impidió cursar estudios terciarios... A veces pienso que debería haber invertido algunos años en estudiar una carrera de orientación lingüística y dedicarme a decir huevadas en congresos que, desde su denominación misma, testifican su garrafal pelotudez; y vivir de eso, claro, de otro modo no tendría posibilidad de perder mi tiempo en tan interesantes asuntos.

El profesor Salvador López Quero de la Universidad de Córdoba nos explica que los mensajes de texto, en celulares o en un chat, "son textos escritos oralizados, se escribe como se habla y en ellos lo que importa es la función comunicativa" y "han demostrado que entre lo oral y lo escrito no hay una oposición frontal".
Mi estimado: entre lo oral y lo escrito jamás ha habido una oposición frontal porque, precisamente, la escritura siempre fue una extensión del lenguaje oral, ¿qué otra cosa podría ser? ¿No aprendemos acaso a escribir asociando los grafemas a fonemas de cuyas combinaciones tenemos ya una noción de sentido? Se escribe como se habla, dice, y eso es históricamente cierto, pero ocurre que usted lo menciona justamente refiriéndose a un fenómeno que no hace más que distanciar la escritura del habla. Yo jamás escuché a nadie, en ningún ámbito, decir fonéticamente "yo tb tkm" y eso por no mencionar a los signos de puntuación (que ya no se utilizan para puntuar absolutamente nada) en función de emoticones: ¿Podría usted informarme, profe, cómo se oraliza un ":)" o un ":("?

Luego, Carmen Galán de la Universidad de Extremadura parece irse decididamente por las ramas y luego de retrotraerse a los fenicios, que no tienen posibilidad de réplica, dictamina que "hasta ahora el pulgar era un dedo tonto, y para las nuevas generaciones es un dedo que habla".
Mi querida: yo no sé cómo utilizará usted sus pulgares pero llamar a ese dedo tonto es al menos una falta de respeto. Resulta que del hecho de que en la evolución resultara que algunos primates lo tuviéramos opuesto al resto devinieron la modificación del ambiente natural y la serie de civilizaciones que terminaron degradando el planeta a lo que es hoy. En cuanto a su estricta función comunicativa le recuerdo que el pulgar extendido, con el resto del puño cerrado, apuntando hacia arriba o hacia abajo, ha sido desde la antigüedad un gesto que no sólo marcó la diferencia entre la vida y la muerte de individuos aislados sino las más importantes decisiones a nivel social... y además no imagino cómo podría pedir yo un café en un bar sin mi querido y tonto pulgar.

Finalmente, Javier Morant de la Universidad de Valencia nos dice que "no está claro si el problema es de los jóvenes o nuestro" -cayendo en la estupidez de buscar al culpable antes que a la solución- ya que "vivimos en una sociedad audiovisual".
Mi dilecto amigo: siempre hemos vivido en una sociedad audiovisual (salvo tal vez los perros que viven en una sociedad audioolfativa): nuestra conciencia del entorno se basa en lo que vemos y oímos, pero la única forma de compartir esas experiencias es a través del lenguaje que, creo, se originó en esa necesidad de comunicación. Mostrar al prójimo las imágenes y sonidos que percibimos no conllevaría ningún entendimiento recíproco ya que cada quien interpreta lo que ve y oye a su modo. Su "sociedad audiovisual", según entiendo, son imágenes acompañadas no sólo del sonido ambiente sino de un determinado discurso, articulado en alguna lengua que el receptor comprenda; en ese sentido, de la escucha a la lectura hay sólo un paso y sería interesante, en un grupo en el que todos tocan de oído, enseñarle a sus miembros a leer el pentagrama.

Es posible que todo esto se deba a un redactor salame que apuntó fuera de contexto sublimes declaraciones de tres catedráticos coherentes... pero me niego a matar al mensajero ante la enormísima posibilidad de que los salames sean ellos.

4 comentarios:

Cinzcéu dijo...

A propósito de profesiones de las cuales vivir sin laburar, agregá la de redactor de Clarín.com. Copiás un cable de la Agencia EFE, lo mutilás hasta las 300 palabras, no referís de dónde lo sacaste y lo publicás con el eterno "all rights reserved" a pie de página.
Todas las conclusiones atribuidas a esos falsos especialistas son de una estupidez tan grande que resulta verosímil que provengan, textuales, de los propios catedráticos y que entre acreditaciones, fotografías, presentaciones y coffee-break no hayan dicho nada mejor.
Sólo una más: en esos textos "lo que importa es la función comunicativa"; ¿y en cuáles otros no?
Excelente artículo. Un abrazo.

Grismar dijo...

Que buen post. Casualmente anoche, después de leer algunas otras huevadas de supuestos especialistas me había quedado pensando un post que, fiel a mi estilo, debería titularse "Que bueno es vivir como esta gente". Es increíble la cantidad de pelotudeces que se pueden decir, matizadas con varios términos muy específicos y/o técnicos que las hagan parecer serias, y más increíble aún que haya gente que vive de decirlas públicamente y los aplaudan. Yo creo que el problema no es ni de los jóvenes ni "nuestro" (¿?), sino de los blogs. Un beso.

SirThomas dijo...

Muy bueno el post. No tengo mucho más para agregar.

Saludos.

Vitore dijo...

A mí sin duda lo que más me preocupa es que todas estas joyas parten de unos catedráticos. ¿Cómo conseguirán decir estas cosas y encima creérselas o intentar hacérnoslas creer?

Lo que más me ha molestado es que llamen a mi dedo: tonto.

¡Con lo bien que toca mi dedo la guitarra!

Abrazos.