viernes, mayo 23, 2008

Que parezca un accidente

En la última campaña electoral, durante septiembre y octubre (aunque creo que esa tortura empezó en agosto o aún antes), sufrí la propaganda de un candidato municipal que, sin renegar de avances tecnológicos como los bots telefónicos, se centró en un spam mucho más tradicional: una avioneta que surcaba el cielo y repetía a través de un altoparlante a fuerte volumen "Se viene/ el cambio: / Víctor/ Pirillo". Tanto me taladró el cerebro ese slogan que lo escuchaba hasta en sueños: yo estaba por besar a Angelina Jolie y justo aparecía un pájaro enorme que con expresión macabra y un ojo estrábico nos graznaba "Frente/ para la Victoria:/ Víctor/ Pirillo".

Obviamente, aprovecharon la coincidencia cronológica y el día de la madre el maldito avioncito no paró de ir y venir saludando a todas ellas, haciéndome recordar, no muy gratamente, a la madre del remitente. Me lo tomé con filosofía, pensando que después de las elecciones ya estaría libre de ese flagelo, pero me equivoqué: durante un par de semanas más siguió pasando el infernal aparato agradeciendo los votos recibidos... Yo no te voté, Pirillo, así que dejá de invadir mi intimidad y cerrá el toor.

Todo eso ya pasó, y todo lo que pasa se convierte en recuerdo, o al menos eso creía hasta hoy. Estaba en el patio fumando un cigarrillo y disfrutando de la apacible tarde de otoño cuando tuve un deja vu. Allá a lo lejos, en los límites de mi capacidad auditiva, empezó a crecer una cantinela cuya entonación yo conocía muy bien. A ver: ya tenés el cargo público, ya estás afanando a cuatro manos, y ahora, como diría la Coca, ¿qué pretende usted de mí? "Muchas/ felicidades/ a Colegiales/ campeón/ le desea/ Víctor/ Pirillo".

Mirá, Pirillín, yo me alegro por los hinchas de Cole porque es el club del barrio donde me crié y por ahora sigo viviendo, pero debo confesarte que cada vez que tu avioncito pasó hoy sobre mi cabeza (y fueron muchísimas) tenía ganas de bajarlo de un misilazo. ¡Basta, Víctor Pirillo, porque estás despertando mis más profundos instintos asesinos!

7 comentarios:

Chiru dijo...

no pude más que reírme ante tan tragicómico cuadro.
No hay ley sobre la contaminación sonora verdad?

Chiru dijo...

parece que
sí hay al menos para la ciudad autónoma

SirThomas dijo...

Jaja... marketing !!!

Acá cerca de donde laburo, estaban el otro día protestando en Tribunales, provistos de una camioneta y altos parlates (o altoparlantes, todo junto?) a todos volumen, dale que te dale... Y este jueves, paro y movilización a las 11 horas! y de fondo pusieron música de los Redondos, como para ponerle más onda.

La protesta no recuerdo muy bien de qué era, pero básicamente para que le sigan subiendo los sueldos o algo así jaja.

Saludos.

Cinzcéu dijo...

"Muy buen/ artículo/ y reflexión./ Te felicita/ Víctor/ Pirillo".

Patricio G. Bazán dijo...

En mi barrio tenemos un repartidor de huevos que pasa MUUUY tempranito anunciando MUUUY FUERTE por los altoparlantes:
Hay hueeevos / blaaancos / coloraaados / señooora / baraata la doceeena!
Me asomé un par de veces a mirar por la puerta-balcón del dormitorio, pero jamás pude ver cómo es el huevero huevón. Y aunque lo viera, ¿qué podría hacer? A diferencia de tu político amigo, este tipo está trabajando.
Paciencia.

Vitore dijo...

Jocoso aunque desesperante el avioncito de Pirillo. Piensa que si en vez de Pirillo se apellidase Borondón de Borbón y Borrombón sería aún mayor el estruendo... Un abrazo solidario y silencioso.

Anónimo dijo...

Y no te olvides del de hace un par de días: Felíz dia del niño/ Les desea/ Victorio Pirillo.

También con ese nombre...