viernes, septiembre 22, 2006

Un capo

Ayer fue el día de la primavera, el día del estudiante y también el día del gremio de la sanidad (por lo que disfruté de un merecido descanso) pero además se puede apuntar otra efeméride: el 21 de septiembre, hace 140 años, nació H. G. Wells.

Dejando de lado una importante obra posterior quiero referirme a sus cuatro primeras novelas, publicadas en años consecutivos. En 1895 aparece The Time Machine, precursora de infinidad de relatos en los que el viaje en el tiempo sirve de excusa para desarrollar oscuras anti-utopías. Al año siguiente The Island of Dr. Moreau trata el tema de la manipulación genética y sus aspectos éticos. Luego, en The Invisible Man, escribe sobre un científico que experimenta consigo mismo y su historia se parece a la de los torturados protagonistas de las últimas remakes de superhéroes. Finalmente, en 1898 se publica The War of the Worlds. Sería difícil encontrar, durante los cien años siguientes, algún libro del género mal llamado ciencia-ficción que no sea una variación, una combinación o un replanteo de esos cuatro temas. Corriendo el riesgo de exagerar: un siglo de literatura fantástica condensado anticipadamente en sólo cuatro años.

Recordaba con simpatía mi primer acercamiento a Wells, hace ya demasiado tiempo, a través de un cuento breve en una antología de distintos autores. Diversas mudanzas y otros avatares de la vida me separaron hace mucho de aquel volumen pero una repentina nostalgia, unos días atrás, me hizo buscar ese relato en internet. Más allá de ciertos errores y rarezas en la traducción (como "¡Vete al Hades!" por "Go to Hell!") volví a disfrutarlo tanto como en aquella lejana juventud. Es éste.

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