martes, abril 04, 2006

Informe meteorológico

Recién vuelvo de un lugar en el que suelo tomar la frugal colación que llamo cena. Es un bar en la esquina de una las principales avenidas de esta ciudad y siempre me siento en una mesa de la vereda sobre la calle lateral. Al llegar encontré una libélula gigante (vulgo alguacil) que revoloteaba entre los tubos fluorescentes: extraño pero no inverosímil. A los pocos minutos apareció una mantis religiosa (vulgo tatadiós) que se posó en la parte exterior del ventanal y, después de meditarlo un rato, se dirigió lentamente a refugiarse en el taparrollos; hacía años que no veía a uno de estos insectos. Al rato aterrizó en la mesa una chiche marrón con la que estuve jugueteando durante toda mi estadía pero no conseguí que aceptara subir a mi mano y acto seguido empezaron a aparecer esos bichos que no sé cómo se llaman pero se estrellan contra cualquier fuente de luz, a los que nunca había visto en ese sitio del que soy habitué. Maravillado regresé al departamento y encontré encaramado a la pared un gran polillón, algo sorprendente siendo que en este edificio nunca vi nada distinto de alguna muy esporádica cucaracha.

Ante todo este espectáculo sólo se me ocurren dos opciones: o soy parte involuntaria de un reality show del National Geographic Channel o en las próximas horas, en Buenos Aires, se nos va a caer el cielo en la cabeza, como vienen diciendo algunos locos hace tiempo.

4 comentarios:

1+ dijo...

Y no llovió... Ya no se puede confiar ni en los bichos.

Grismar dijo...

Va a llover, no tengas dudas.

Cinzcéu dijo...

Yo por regla general no doy dmasiada fe de lo que dicen los bichos y los locos.

Espirtual Fighter dijo...

¿Caer el cielo? El peor miedo de Asterix y Obelix!