domingo, junio 24, 2007

Tendencia a lo tendencioso

Estaba escribiendo un post de índole personal y enfocado en lo emocional (algún día lo terminaré y lo publicaré, tal vez) cuando la cobertura que están haciendo los medios de los comicios en la ciudad de Buenos Aires me hizo cambiar de dirección. En primer lugar quiero hacer una precisión sobre cierta afirmación a la ligera que escuché por ahí, en el sentido de que "el 60% de los porteños votaron por Macri": si consideramos que el porcentaje de asistencia a los comicios fue de alrededor del 65% lo más acertado sería decir que el 40% del padrón votó por el PRO (lo que no deja de ser inquietante), el 25% eligió otra opción y el 35% restante no emitió opinión al respecto. Seguramente en este último grupo haya algunos muertos recientes, pero no puedo imaginar un índice de mortandad que alcanzara esas cifras, al menos sin que ninguno de los candidatos lo haya apuntado en la campaña como uno de los problemas de la ciudad.

En segundo lugar, y conceptualmente más importante, oigo que los especialistas de los medios no dejan de percutir sobre la tecla de la relevancia que tiene este resultado con vistas a las elecciones presidenciales de octubre próximo. Es sabido que el distrito de la ciudad de Buenos Aires, a diferencia del de la provincia homónima, suele ser nada representativo de los resultados a nivel nacional, y que en dichas elecciones los resultados en la ciudad han ido con frecuencia a contramano de los generales. Este distrito cien por ciento urbano, delimitado por un río polucionado y una autopista polucionante, difiere demasiado del resto del país en nivel socioeconómico, en distribución etaria, en acceso a educación o salud de calidad y en aspectos culturales de relevante importancia (baste apuntar que más de un cuarto de sus hogares son unipersonales, contrastando drásticamente con el panorama general –ver aquí Condiciones de vida/ Vivienda, hogares y hábitat/ Hogares particulares por tipo de hogar, por provincia-) y no puedo creer que los Bonellis y los Van Der Kooys lo ignoren, lo que me lleva a pensar que éstos están haciendo política detrás de su disfraz de imparciales analistas.

Finalmente, sólo queda una reflexión lateral: hace mucho me refería aquí mismo a que la denominación "Frente para la Victoria" denunciaba la postura de que un triunfo electoral era la única meta; hoy debo decir lo mismo del merchandising del PRO, que ha modificado su slogan de campaña a "YA está bueno Buenos Aires". ¡Ah, ok! Se ganó la elección y por lo tanto YA está bueno todo lo que ayer no lo estaba... YA no queda mucho más por hacer.

2 comentarios:

Chiru dijo...

no es emotivo las ganas que tienen de ponerse a arreglar todo? a mi me emociona tanta vehemencia y vocación de servicio...

(insert tags de ironía por favor, no sea cosa que alguien me rete)

Grismar dijo...

A mí ese "ya está ...Buenos Aires" me da cosa, me suena a "a la bolsa, ahora vamos por el resto". Un beso.