martes, diciembre 13, 2005

Funcionamiento de mi alma

Veo que para la mayoría de la gente "estar bien" es estar alegre, pero en mi caso no es del todo así. Yo tengo en un extremo a la alegría y en el otro a la tristeza, y en el medio un punto de equilibrio que es la tranquilidad: para mí "estar bien" sería más bien estar tranquilo. Resulta que cuando fuerzo el péndulo hacia el lado de la alegría (y, por ejemplo, concurro a una fiesta) llega un punto en que, por principios elementales de la Física Emocional, cede por su propio peso y oscila hacia el otro extremo... entonces me agarra una terrible depresión, miro alrededor preguntándome qué carajo hago yo ahí y me voy sin saludar. Después siguen un par de días en los que las oscilaciones van disminuyendo hasta que el péndulo vuelve a encontrar reposo en el centro.

El tema es que repito este proceso constantemente, así que o bien soy un masoquista o bien me aburre muchísimo "estar bien".

4 comentarios:

Cinzcéu dijo...

No es lo mismo "estar bien" que "pasarla bien". Para "pasarla bien" hay que salir muchisímo, escuchar música a todo volumen, pegar alaridos de alegría y tirar cuetes navideños. Muchos precisan "pasarla bien" para "estar bien", en cambio otros, no: más bien se deprimen ante tanto frenético quilombo. Estos últimos son denominados "amargos" por parte de los primeros.

Grismar dijo...

Suelo aburrirme en las fiestas, por lo tanto mi concepto de alegría pasa por lugares un tanto más tranquilos. Así el estar alegre se une a una dosis de tristeza (que si no nace me invento),y la paso bárbaro. Seré amarga pero no lo cambio por nada.

Anónimo dijo...

Yo siempre sospeché de la felicidad. De la propia y de la ajena. Y al igual que ustedes, me ha costado tanto (y cuesta aún un poco) adquirir cierta tranquilidad vivencial, que, cuando la encuentro, la defiendo de fiestas y velorios. En estos años me he pasado ya de rosca y salía apenas para hacer mandados o trámites de trabajo. El resto, vida de escritor y de albañil aficionado, arreglando el nido. Por suerte y sin mucha explicación vuelvo a tener ganas de salir y conocer gente que no muerda.

Anónimo dijo...

Abonando lo que dice cinzcéu: para "pasarla bien" el momento contextual debe tener las siguientes características:
1- No debe haber alguien solo. Imposible pasarla bien en soledad. De a dos, tampoco. Eso da otro tipo de "pasarla bien", más a tono con un guiño de ojos cómplice. Digamos que para pasarla bien hacen falta de 4 personas para arriba. De ahí hacia arriba todo número vale: 8, 10, 22, 45, 63.
2- La música a todo volumen debe ser alegre. Y no vale La Primavera de Vivaldi, aunque lo sea. Digamos: los top ten o los top twenty de la música alegre del momento.
3- Las conversaciones deben versar sobre temáticas ligeras. Nunca un pasarla bien hablando de si estás a favor o en contra de las últimas medidas de Chávez, por proponer un suponer.
4- Todo chiste por más tonto o grosero que sea es bienvenido. ¿O no la estamos pasando bien, che?
5- Se la puede pasar bien en el domicilio privado de alguien si se cumplen las 4 características antes mencionadas, pero mejor hacerlo afuera: bar, restaurante, boliche, salón de fiestas, etc.
6- Se prefieren las voces emitidas a volúmenes altos. Si hablás bajito, tipo que por ahí no la estás pasando bien del todo, estás como amargadito.
7- Igualmente, si en medio de todo ello se percibe un amargadito, no viene mal: es una punta para seguir pasándola bien gastándolo al quía,diciéndole por ejemplo: "¿Que te pasa, Sergio, que estás tan callado? (la gente que la está pasando bien, suele confundir hablar bajo con estar callado)¿No la estás pasando bien?"