Trampas
Conozco a un genio perverso que ronda por mi barrio. El tipo suele encarar transeúntes e informarles que les puede conceder tres deseos... y cuando se los enumeran dice "Bien, deseos concedidos: anhelarás eso fervientemente por el resto de tu vida".
Deseos concede cualquiera, el problema es que si se cumplen dejan de serlo.
1 comentario:
Sin duda, don Guiño. Yo siempre pediría seguir deseando.
Y cada vez que pierda las ganas, me acercaría por ese barrio.
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